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Griñán remodela su Gobierno y pasa de 15 a 13 consejerías

El presidente ya tendría perfilado el equipo, con la inclusión de Francisco Álvarez de la Chica y de Paulino Plata, y la salida de Rosa Torres y Juan Espadas. Antonio Ávila se haría cargo de una gran área económica.

el 22 mar 2010 / 11:41 h.

Los consejeros posan con el presidente de la Junta después de su toma de posesión.

Los trece consejeros del nuevo Gobierno andaluz de José Antonio Griñán, su segundo Ejecutivo en un año, han tomado hoy posesión de su cargo en un acto celebrado en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla al que han asistido las principales autoridades políticas de la comunidad.

Prometieron sus cargos ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Andalucía nueve consejeros, cinco de ellos que asumen nuevas responsabilidades y cuatro que se incorporan al Gobierno de Griñán, mientras otros cuatro continúan en sus cargos.

Tras el acto de promesa de sus cargos, el presidente andaluz ha agradecido la labor de los consejeros salientes, que han formado parte de un Ejecutivo "bravo, valiente y con éxito", así como la presencia de los dirigentes regionales de UGT, CCOO y de los empresarios. "Prometo trabajo", ha subrayado Griñán antes de vaticinar que con el nuevo equipo, al que le ha dicho que no tienen de plazo ni los cien días de cortesía, logrará "casi seguro el éxito" porque la situación es "esperanzadora", ya que ha pasado "lo peor de la crisis" y se ha entrado en el "camino de la recuperación".

 

Ayer, el presidente José Antonio Griñán comunicó por fin, tras días de intensos rumores, quién formará parte de ese equipo con el que deberá afrontar la dura recta final de la legislatura de la crisis. Griñán, quien ya presumió de haber tenido manos libres en su primer Gobierno, actúa ahora sin cortapisas después de haber tomado también las riendas del PSOE andaluz. Salen seis consejeros, entran cuatro y se suprimen dos consejerías.

El presidente ha optado por adelgazar el número de carteras (de 15 a 13). Vivienda se integrará con Obras Públicas y Justicia y Administración Pública repartirá sus competencias entre Gobernación y Hacienda. El Gobierno tendrá un macroárea económica -que ha delegado en su hombre de confianza, Antonio Ávila- y Griñán reforzará el perfil político de su gabinete. Para ello ha aupado a la consejería de la Presidencia y a la portavocía a Mar Moreno, una de las políticas andaluzas más queridas por José Luis Rodríguez Zapatero y la mujer que sonó mucho tiempo como sucesora de Manuel Chaves.

Quienes conocen a Griñán aseguran que ahora ha hecho "de verdad" lo que ha querido, dejando atrás por completo la herencia de Chaves y prescindiendo de cuatro consejeros de la anterior etapa. Saldrán Antonio Fernández (Empleo), Martín Soler (Innovación) y Cinta Castillo (Medio Ambiente).

El presidente ha reagrupado todas las políticas "de estímulo económico" bajo el paraguas de una macroconsejería de Economía, Innovación y Ciencia. La batuta para guiar ese nuevo modelo bautizado como economía sostenible se la ha entregado a Antonio Ávila, su hombre fiel, quien fue su mano derecha cuando era consejero y a quien hace menos de un año entregó la cartera de Presidencia. Para muchos en el partido Ávila, con un perfil mucho más técnico que político y poco dado a la gresca con la oposición, no encajaba en esa responsabilidad. Ahora Griñán mueve ficha, asumiendo en parte ese discurso y potenciándolo en un área de gestión pura y dura.

Cae otra de las apuestas personales del presidente y deja la portavocía del Gobierno el sociólogo Manuel Pérez Yruela. A partir de ahora la voz del Ejecutivo andaluz, quien deberá dar respuesta a una oposición fortalecida por las últimas encuestas y convencer a una ciudadanía golpeada por la debacle económica, será Mar Moreno, la consejera que más sabe de mudanzas en los últimos años. De 2000 a 2004, como vicesecretaria general del PSOE andaluz, llevó aires nuevos a San Vicente. En 2004, cuando ya sonaba en las quinielas sucesorias, Chaves la retiró de la primera fila y la nombró presidenta del Parlamento, una jaula de oro que sobrellevó pero sin ocultar sus ganas de volver a la gestión. Lo logró en 2008, cuando fue nombrada consejera de Obras Públicas, pero no duró ni cuatro meses cuando Zapatero la eligió número cuatro del PSOE federal al frente de la Secretaría de Política Territorial. Nueve meses después sería Griñán quien le pidió que hiciera el viaje de vuelta y la nombró consejera de Educación, una cartera que reforzó en el organigrama y una de las grandes apuestas de su Gobierno. Ahora convierte a Moreno en la estrella política de su Ejecutivo junto a Luis Pizarro, quien -después de haber dejado atrás todos los cargos orgánicos en el PSOE- sumará a sus competencias en Gobernación las de Justicia.

Se incorpora a Educación el granadino Francisco Álvarez de la Chica, actualmente líder del PSOE en su provincia y vicepresidente de la Mesa del Parlamento. Griñán ha recuperado a Paulino Plata, que es de los diputados andaluces más veteranos (estrenó escaño en 1982) y que después de 13 años ocupando cartera en distintos ejecutivos de Chaves salió del Gobierno a regañadientes para ser candidato del PSOE a Marbella en las elecciones municipales de 2007. Regresa para sustituir a Rosa Torres, otra malagueña de la misma cuerda política que Plata, a quien el PSOE-A eligió presidenta.

Del Gobierno saldrá también Juan Espadas, que estaba al frente de la Consejería de Vivienda, y que Chaves eligió para que se estrenara como consejero en su último equipo, en 2008. Ha sido hasta ahora uno de los políticos con más proyección. Su salida está directamente relacionada con la candidatura del PSOE a la alcaldía de Sevilla.

El onubense Juan José Díaz Trillo ocupará la cartera de Medio Ambiente. Al frente de la Consejería de Empleo estará Manuel Recio, que fue delegado del Gobierno en Almería y que fue fichado por Carmen Martínez Aguayo como secretario general de Economía hace menos de un año. En su mano ha estado la negociación del último acuerdo de Concertación. Recio estuvo fuera del Gobierno hasta el último minuto porque, según confirmaron fuentes del Ejecutivo, Griñán ofreció a Martín Soler la cartera de Empleo y también la Medio Ambiente. El político almeriense, al que Griñán situó como hombre fuerte de su equipo hace pocos meses, rechazó ambos encargos de forma consecutiva. En su entorno aseguran que Soler no comprende su salida.

El presidente de la Junta también prescindirá de uno de sus fichajes personales, la consejera de Justicia, Begoña Álvarez, una mujer vinculada a la judicatura a la que eligió en un momento en el que los jueces estaban en pie de guerra. Su salida ha sido una sorpresa porque el mismo Griñán la ratificó días atrás cuando -en una entrevista con Europa Press- la nombró a ella junto a Clara Aguilera (Agricultura) y Carmen Martínez Aguayo (Hacienda) como grandes activos de su equipo. A esta última le ha encargado uno de los huesos más duros y su gran apuesta política: la reforma de la administración autonómica.

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