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Guetos, proyectos y homilías

Mientras un estudio de la Universidad de Sevilla muestra preocupación por el peligro de formación de guetos en los barrios de los alrededores de Sevilla -u otras ciudades andaluzas- que concentran la población inmigrante y las reflexiones del Defensor del Pueblo llaman a buscar proyectos que den soluciones integradoras...

el 15 sep 2009 / 20:40 h.

Mientras un estudio de la Universidad de Sevilla muestra preocupación por el peligro de formación de guetos en los barrios de los alrededores de Sevilla -u otras ciudades andaluzas- que concentran la población inmigrante y las reflexiones del Defensor del Pueblo llaman a buscar proyectos que den soluciones integradoras, la homilía del obispo de Granada en la anacrónica ceremonia de la Toma, ha exhibido un año más esquemas mentales irreflexivos y, aun viniendo de la máxima autoridad católica de esa diócesis, una postura explícitamente contraria a la doctrina evangélica.

Este año se cumple el 400 aniversario del decreto de expulsión de los moriscos, que produjo un éxodo de proporciones similares a los que hoy nos escandalizan en conflictos de África central, con una diferencia: quienes salieron de aquí enriquecieron cultural y económicamente Marruecos, Túnez y Argelia. Fueron allí grandes agricultores y ganaderos, excelentes arquitectos, hábiles artesanos, buenos gobernantes y muchos de sus descendientes siguen con apellidos tan españoles como Torres, Valencia, Cárdenas o Albarracín; forman parte de las élites de esos países y poco tienen que ver con los que han llegado a nuestra tierra a buscarse la vida.

Pero éstos se sienten ligados a la civilización andalusí lo mismo que la mayoría de los españoles mantenemos lazos sentimentales con quienes colonizaron Hispanoamérica aunque los antepasados de cada uno no estuvieran entre ellos. Los proyectos de integración deberían tener esto en cuenta y, a la vez, reprobar las palabras del obispo que, objetivamente, los obstaculizan. Si lo de la victoria que terminó con ocho siglos de devastaciones, sufrimientos e intolerancia hubiera sido dicho por cualquier descerebrado abertxale o islamista, estaríamos pidiendo la intervención del fiscal.

Antonio Zoido es escritor e historiador.

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