Los fans de Harry Potter ocuparon ayer el 80%, aproximadamente, de las butacas ofrecidas tanto por el Cine Nervión Plaza, en su sesión matinal, como en los cines Ábaco de Camas, en la sesión adelantada a las 16.00 horas, del estreno de 'Harry Potter y el príncipe mestizo'. Todo pese al calor de justicia, pues la temperatura era de 40 grados.
A las 7.00 horas se levantó Javier, un joven pelirrojo de 18 años de apariencia parecida a Rupert Grint, actor que encarna el personaje de Ron Weasley. "Primero fui a la facultad para formalizar la matrícula y vine lo antes posible a las taquillas para poder comprar mi entrada, ya que no estaba seguro de si quedarían o no". Este estudiante, que lleva desde las nueve y media de la mañana frente a la taquilla, espera encontrarse todas las tramas y subtramas posibles del libro dentro de la película, la sexta de la saga.
No hubo demasiados disfrazados en los cines de Nervión, sólo un grupo comandado por Blanca Espadero, de 14 años, ataviada con el traje de la academia, capa incluida. "Me he gastado 210 euros en el disfraz", confiesa. "Yo estaba de vacaciones en mi pueblo en Cáceres y tenía que venir al estreno, fuera como fuese", por lo que esta joven reservó su entrada hace 15 días. "Cuando conseguí realizar mi reserva llamé a todos mis amigos para que se apuntasen, a los que les gusta Harry Potter y a los que no, para que quien quisiera me acompañara".
Su grupo consta de unos 14 jóvenes que no paraban de conjurar hechizos con sus varitas mágicas, mientras hablamos. Ángela disfrazada con camisa blanca, pantalón vaquero, corbata de la academia y bufanda a juego, sueña con lo maravilloso que sería poder hacer un conjuro y jugar al Quidditch, el deporte mundial de los magos, antes de asistir a la proyección.
Otros que no se han perdido el estreno son lo miembros de la familia Ramírez. "Somos harrypotterianos", exterioriza la madre sin complejos. "Cuando mi pequeña estaba aún en mi vientre ya leía los libros de Harry Potter". Tienen en casa toda la colección de la saga y Carmen Ramírez, de 10 años, ya ha comenzado a leer los libros. "Ella lleva viendo películas de Harry desde que tenía cinco años, acompañada y con las explicaciones oportunas", revela su madre, pero "ahora está comenzando a leer las aventuras de su ídolo". Cualquiera dejaba en casa a Carmen esta mañana.
En el recinto interior y justo antes de que abra la puerta de acceso a la sala 2, tres amigos andan muy concentrados e impacientes por ver las últimas aventuras de Potter. Ulises, Pablo y Fernando, vecinos de Nervión, llevan mucho tiempo esperando este momento. "El estreno iba a ser en noviembre, pero sacaron antes Crepúsculo que Harry Potter y el príncipe mestizo", se lamenta Ulises. "Nosotros veremos la película dos veces a lo largo de hoy", informa Fernando, "la primera para hacernos una idea y comentarla por la tarde y la segunda, la de la sesión golfa, para recrearnos con nuestros ídolos". "¡Ya era hora!", exclaman los fans aliviados en el momento en que se permite el acceso a la sala.
En la sesión de tarde, en la salida de los cines Ábaco de Camas se comentan las primeras sensaciones sobre el largometraje. Juan Chaparro, natural de Camas y licenciado en Audiovisuales, se ha encontrado con "una película mucho más ligera que el libro en detalles dramáticos". En la misma línea se sitúa David Almendral, de 32 años y de la barriada de Villegas, un fan de la saga que ha estado presente en todos los estrenos y que percibe "falta de continuidad en la historia y demasiados momentos melosos, cargados de sentimentalismo".
Como contrapunto a estas declaraciones está la de Macarena Rodríguez, de Valencina: "La verdad es que está bastante mejor adaptada que en otros filmes, me ha impactado mucho la parte romántica de la película porque así tiene más luz y menos tristeza", declara esta joven de 23 años. Eso sí, todos los entrevistados están de acuerdo en un aspecto: se mueren porque llegue ya el desenlace de la saga.
