El ya célebre ‘sí o sí' que tantas veces y con rotundidad exclama José María del Nido viene como anillo al dedo. Tras la mala imagen ofrecida el pasado jueves frente al Racing, última guinda a un inicio de temporada donde sólo el caminar por la Liga se salva algo de la quema, el Sevilla se ve obligado a cambiar y ganar; sí o sí.
La confianza del club en Antonio Álvarez está en juego, hasta el punto de que una derrota hoy ante el Hércules podría costarle el cargo. Por el contrario, ganar o incluso empatar, si la imagen no es mala, ampliarían el crédito del técnico hasta el jueves, día en que tocará visitar al Borussia Dortmund. Así está montado esto del fútbol.
Álvarez dice contar con el respaldo de los rectores de la entidad, pero lo cierto es que ese apoyo ha quedado condicionado a los resultados más inmediatos. Las últimas declaraciones del presidente ponen de manifiesto su profundo malestar con lo que está viendo hasta el momento: flojo papel en la Supercopa, pésimo papel en la ronda previa de la Champions, y, aunque el otro día se jugaba alcanzar el liderato, discreto en la Liga a tenor del fútbol realizado ante rivales teóricamente de menor calidad.
Pero la culpa no es toda del entrenador, que, indudablemente, la tiene, y bastante. Muchos jugadores están dando un rendimiento inferior al esperado, y esto, unido a los continuos cambios en las alineaciones, hace que el equipo se resienta. Luis Fabiano, que hoy se perfila como titular, ha pasado a ser carne de banquillo e incluso de la grada en las cuatro jornadas precedentes. Un hecho, sin duda, tan atípico como llamativo. Kanouté dista de su mejor versión, Guarente y Cigarini no marcan diferencias por el momento en el centro del campo y, para colmo, las lesiones de jugadores importantes como Jesús Navas, Renato y Martín Cáceres -único fichaje que está dando la talla por ahora- se están dejando notar. Estos tres futbolistas han pasado a formar parte de una enfermería en la que también figuran Kanouté, Fazio, Drago, Koné y Sergio Sánchez, y a la que ahora se suma también Konko, baja por unas molestias, según el técnico.
NOVEDADES EN EL ONCE. Álvarez intenta tirar hacia adelante con lo puesto, pero el problema es que o los jugadores no son capaces de plasmar sobre el césped sus ideas o no son aleccionados como sería deseable. Hoy, tal como pasó ante el Racing, se atisban cambios en el once titular. Negredo puede dejar su plaza a Luis Fabiano y Capel tiene opciones de jugar por la derecha, pasando Alfaro al centro para enganchar con el brasileño, siempre y cuando el técnico no apueste por alinear a dos puntas natos.
Sin Konko pero con Luna en la lista de expedicionarios, Dabo se perfila como lateral derecho de un Sevilla que intentará cambiar su rendimiento sin margen para el error. Y muy pendiente de todo estará, como siempre, Del Nido. El futuro del entrenador está en su mano y hoy Álvarez se la juega frente al Hércules.
UN RIVAL INQUIETANTE. Recién ascendido, el histórico equipo alicantino genera mucho recelo por su buen papel en el Camp Nou. Allí, de la mano de jugadores peligrosos como Haedo Valdez, Trezeguet o Drenthe, noqueó al mismísmo Barcelona y ahora intentará reeditar victoria frente al Sevilla. Es el partido más difícil de todos, comenta su técnico, Esteban Vigo. Sólo hace falta que el Sevilla confirme ese pensamiento sobre el césped.
