La Guardia Civil le ha puesto diques al narcotráfico por el río Guadalquivir. Un operativo del Instituto Armado y el Servicio de Aduanas ha permitido incautar el mayor alijo de hachís de la provincia en lo que va de año, con 5,3 toneladas de droga que hallaron en dos barcazas neumáticas que iban río arriba.
El río volvió a ser testigo de un nuevo golpe a los narcos, en una operación que sólo tiene comparación al que se vivió en diciembre del pasado año, cuando se incautaron 7,1 toneladas de hachís en una nave del polígono de La Palmera de Dos Hermanas. El último éxito en la lucha contra el tráfico de drogas no llegó a estas cifras, pero sí supone la incautación del mayor alijo de hachís en lo que va de año en la provincia de Sevilla, con 5.320 kilogramos.
El operativo se desplegó ya en tierras gaditanas, cuando el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz detectó en sus radares a dos embarcaciones que estaban subiendo río arriba y que, por la velocidad en la que estaban circulando, apuntaban a ser embarcaciones neumáticas dispuestas para transportar drogas. Este extremo fue confirmado al poco tiempo por una patrulla del Instituto Armado, que se acercó al lugar por el que tenían previsto cruzar estas embarcaciones.
Acción. Tras confirmar las sospechas, se puso en marcha todo el dispositivo, donde intervino un helicóptero de vigilancia aduanera con base en Cádiz. Los agentes actuaron justo cuando vieron que los sospechosos acercaban las barcazas a la orilla, a la altura de La Puebla del Río. Fue en ese instante cuando los agentes intervinieron evitando que la droga fuera trasladada a dos vehículos que se encontraban a la espera de llevar la mercancía a un lugar más seguro y proceder a su reparto que, según fuentes del Instituto Armado, no se circunscribía sólo a la provincia, sino que iba a ser distribuida por varios países de la Unión Europea.
Poco después llegaron los refuerzos de la Guardia Civil y de Aduana a esta zona de la localidad aljarafeña, conocida como canal del Borrego. Allí encontraron dos embarcaciones semirrígidas neumáticas con potentes motores que transportaban 167 fardos de hachís que arrojaron un peso de 5.320 kilogramos, una cantidad ostensiblemente mayor que la que se ha incautado en el Guadalquivir en los últimos años.
Las embarcaciones donde hallan la droga fueron transportadas a un lugar donde se sacaron del agua y, una vez pesados los fardos de hachís, quedaron bajo custodia de la Guardia Civil.
Si la operación fue un éxito en el apartado de incautación de la droga, no fue así en el caso de las detenciones. A pesar de que se desplegó un importante equipo de búsqueda en la zona, los agentes no pudieron encontrar a los sospechosos de este delito contra la salud pública, que aprovecharon la oscuridad de la noche para emprender con rapidez la huida.
Ésta operación se convierte en la más importante realizada este año en la provincia, aunque todavía queda por detrás del éxito de la operación Islote, el pasado mes de diciembre, cuando los agentes de la Guardia Civil se hicieron con una mercancía de 7,1 toneladas de hachís, además de detener a seis personas en el polígono industrial La Palmera de la localidad de Dos Hermanas.
Esta última operación pone de manifiesto que el área metropolitana de Sevilla, y más concretamente el río Guadalquivir, siguen siendo lugar habitual para el desembarco del hachís procedente de África para su distribución al resto de España y Europa. No obstante, esta tendencia de los narcotraficantes está recibiendo como respuesta una mayor vigilancia de los servicios de seguridad, que han implantado un dispositivo especial, desde Sevilla hasta la misma desembocadura del río en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que les permite detectar con mayor certeza los casos de tráficos de droga. Es más, los agentes aseguran que no es que haya más tráfico, sino que ahora se aprehende más cantidad.
Isla mayor, vigilada. Una de las zonas más controladas en esta travesía del río Guadalquivir es el término municipal de Isla Mayor, ya que su entorno está lleno de canales que se han utilizado tradicionalmente para el desembarco de los alijos de droga. De la misma manera, los narcotraficantes buscan variar sus puntos estratégicos para seguir manteniendo su negocio. Sin ir más lejos, el pasado mes de enero, la Guardia Civil y el servicio de aduanas descubrieron que el puerto de Gelves se había convertido en un centro de operaciones para introducir la droga en el sur de Andalucía.
