Irán abrió ayer un nuevo frente de conflicto con Estados Unidos al acusar de espionaje a los tres ciudadanos norteamericanos arrestados hace más de tres meses cuando al parecer hacían senderismo en la frontera con el Kurdistán iraquí. El Poder Judicial iraní acusó a los detenidos identificados como Shane Bauer, Sarah Shourd y Josh Fattal que caminaban cerca de la frontera entre Irak e Irán, de "espionaje".
En una breve declaración, el fiscal general de Teherán, Abas Yafari Dolatabadi, señaló que la investigación continúa abierta y que en un breve periodo de tiempo se darán nuevas noticias al respecto. "Los tres han sido acusados de espionaje. Las investigaciones continuarán en lo que se refiere a los norteamericanos detenidos en Irán", insistió. El espionaje está penado con la muerte en Irán.
En cuanto el hecho se supo, Estados Unidos demandó su liberación al alegar que simplemente son excursionistas que se perdieron y entraron en territorio iraní por error. Sin embargo, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, ya había adelantado el pasado 20 de octubre que serían juzgados una vez que concluyeran las investigaciones. De ser considerados culpables, los tres excursionistas podrían ser sentenciados a la pena capital.
Mottaki insistió en que los tres presuntos excursionistas entraron de forma ilegal en el país y que Teherán fue muy claro desde el principio. "Hicimos pública la noticia poco después de los hechos, e incluso pusimos al tanto a la oficina que protege de los intereses de EEUU en Teherán (instalada en la embajada de Suiza)", subrayó. También recordó que el proceso penal va a avanzar hasta obtener la resolución final: "una vez terminados los interrogatorios, habrá un proceso judicial y decidiremos después en función del veredicto".
Negociación nuclear. Expertos y diplomáticos sugieren que el momento de la acusación tiene que ver con las últimas negociaciones que tuvieron lugar entre Irán y EEUU en torno al conflicto nuclear. EEUU, Rusia y Francia presentaron una propuesta a Irán para enviar su uranio al exterior y recuperarlo tiempo después enriquecido al 20% pero aún no hay ninguna respuesta oficial de Teherán.
La respuesta de Hillary Clinton, la secretaria del Estado de EEUU aseguró ayer en Berlín, donde se celebró el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín, que "no hay pruebas que fundamenten un procesamiento" de los tres excursionistas estadounidenses detenidos en Irán hace tres meses. Clinton pidió a las autoridades iraníes que actúen guiados por la "compasión" además se le unió el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, con el que subrayaron también que la comunidad internacional sigue apostando por la vía diplomática en lo que respecta al programa nuclear iraní, "es demasiado pronto para pensar en otras medidas", concluyeron.
Ambos recalcaron la necesidad de seguir una doble estrategia con respecto a Irán: ofrecer la cooperación en caso de que Teherán acepte la oferta, y mantener la amenaza de sanciones para el caso contrario. "Si Irán rechaza la oferta se tomarán las medidas necesarias. Queremos aprovechar el tiempo intermedio para mantener la presión desde el Grupo 5+1", insistió Clinton.
