Isabel Pantoja entró ayer en el juzgado de instrucción número 5 de Marbella escoltada por la Policía. Los agentes hicieron un cordón de seguridad alrededor de ella para impedir que los periodistas y la prensa rosa asediaran a la tonadillera. La artista logró llegar hasta la puerta del juzgado con jirones en el vestido, después de diez minutos de empujones, gritos y fogonazos de flash y de los focos de las cámaras. El juez le notificó la apertura del juicio oral en una pieza separada del caso Malaya, el mayor juicio por corrupción urbanística del país.
Isabel Pantoja está imputada por un delito continuado de blanqueo de capitales de la época en la que fue pareja del ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz. El magistrado le impuso una fianza de 3,68 millones de euros a los que la cantante no ha podido hacer frente (ayer era el último día para depositar el dinero). Para poder eludir la cárcel, Pantoja "responderá con sus bienes", confirmaron en su entorno. "No tiene ese dinero", aseguran estas fuentes, de modo que el juez, en un plazo de 24 horas, "embargará bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada".
La tonadillera estuvo 30 minutos en los juzgados. Salió del edificio escoltada y no quiso hacer declaraciones. Algunos periodistas cayeron al suelo al intentar recoger algún comentario, pero lo más que hizo ella fue detenerse en seco y mirar fijamente a los medios tras las gafas de sol. El juez se quejó públicamente del trato de la prensa rosa y lo calificó de "vergonzoso", informa Efe.
Pantoja siempre se ha declarado inocente. En los próximos 10 días hábiles su abogada presentará el escrito de defensa para rebatir las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción. Se le acusa de haber defraudado a las arcas públicas 1,8 millones de euros y se enfrentará en el juicio a una petición fiscal de tres años y medio de prisión y una multa de 3,7 millones de euros.
En este procedimiento hay diez acusados, entre los que se encuentra además de la artista, Julián Muñoz y su ex mujer, Maite Zaldívar. Para Muñoz, el juez exige una fianza de 7,46 millones y para Zaldívar 2,6 millones. Ambos confirmaron ayer ante el juez que no disponían de ese dinero, por lo que previsiblemente se hará una investigación patrimonial para que se determine si se les puede embargar bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada.
El fiscal anticorrupción mantiene en su escrito acusatorio que tanto Pantoja como Zaldívar "eran perfectamente conocedoras del origen ilícito de los fondos y bienes que reciben de Julián Muñoz" y que "ambas sabían cuáles eran las fuentes de sus ingresos lícitos, así como su cuantía".
La acusación pública argumenta que éstas "conocían la implicación del mismo en numerosos procedimientos penales, seguidos por delitos de corrupción administrativa de contenido económico". Pese a todo, el fiscal reprocha a las acusadas que "se prestaron, cada una en su momento, para servir de cobertura al ocultamiento de los bienes y el dinero adquiridos ilícitamente por Julián Muñoz".
