Tras una larga negociación, el futuro de Isla Mágica se va perfilando. Junta y Agesa (dueños del terreno) y Cajasol (principal accionista del parque) han acordado sacar de nuevo a concurso el contrato, alargar la concesión de 35 a 50 años y mantener los empleos. El parque tendrá hoteles, oficinas o restaurantes en el lago y perderá zonas en desuso.
Lo que aún no está decidido es cuánto tendrá que pagar la sociedad que se haga con el parque temático al año a la Junta y a Agesa, la sociedad estatal que gestiona los activos heredados de la Expo del 92. Por ahora este canon o alquiler de la discordia es de más de 800.000 euros. Acerca del resto de asuntos sobre la mesa, el principio de acuerdo parece satisfacer las peticiones del parque.
El Gobierno andaluz ha accedido a que Isla Mágica tenga la nueva edificabilidad que le concede el PGOU, alrededor de 58.000 metros cuadrados, así como los nuevos usos urbanísticos dentro del ámbito territorial del parque. Esto es, que Isla Mágica podrá albergar (construir y explotar) hoteles, restaurantes, comercios y oficinas en la zona del lago, lo que le dará más atractivo. Ya en marzo de 2005 se planteó abrir un hotel.
A cambio, el recinto tendrá menos terreno, puesto que perderá el Jardín del Guadalquivir, el canal de la Expo, el Pabellón del Futuro y unas naves junto al Hotel Renacimiento, que volverán a Agesa. Ésta y la Junta, además, seguirán recibiendo un canon por la entrega de los terrenos y por la explotación de los nuevos usos.
De esta forma se quiere dotar al parque de "viabilidad económica y dinamizar esa zona de la Isla de La Cartuja con una oferta complementaria atractiva", según reza un comunicado de la Junta.
De hecho, los parques temáticos españoles, ante la crisis generalizada que atraviesan, han puesto sus ojos en la recalificación de los terrenos para demostrar que pueden ser rentables o, al menos, dejar de acumular pérdidas. Eso sí, resignando a sus accionistas a percibir más rentabilidad social que económica.
En el caso de Isla Mágica, el nuevo escenario "ha obligado a replantear las bases del contrato que rigen desde el año 1993 para darle un nuevo enfoque o diseño a su explotación", indica la Consejería de Economía y Hacienda del ejecutivo de Chaves.
Tras muchos meses de negociación, la Junta y Agesa han ofrecido a Isla Mágica disolver el actual contrato de explotación del parque, pero con dos condiciones: que la empresa que gane el concurso mantenga la actividad del parque y que conserve la plantilla de la empresa.
La propuesta del Gobierno andaluz parte de dos principios básicos: "El mantenimiento de la actividad del parque y el respeto de la situación laboral de los empleados de Isla Mágica", según el referido comunicado.
Y Cajasol manifiesta estar de acuerdo. Sobre todo por el hecho de tener que convocar un nuevo concurso. De hecho, al cambiar las bases del contrato, es necesario que éste salga de nuevo a concurso, ya que de lo contrario el proceso de adjudicación de la explotación del recinto podría acabar en los tribunales.
Lo que está por ver es qué indemnización pedirá Isla Mágica por la rescisión antes de tiempo del contrato. No en vano, Cajasol podría exigir una compensación por las inversiones realizadas en los últimos años y las pérdidas acumuladas. Así, en el documento elaborado por Economía se exigen al nuevo adjudicatario "determinadas obligaciones económicas relacionadas con la salida del actual explotador".
En concreto, se exigirá a la nueva empresa "acreditar haber adquirido los activos que se encuentran afectos a la actividad actual del parque temático y la marca actualmente registrada, así como acreditar que la explotación se encuentra al corriente en el pago de los cánones anuales y del Impuesto de Bienes Inmuebles". Esto es, que también tendrán que asumir la deuda pendiente.
La propuesta presentada por la consejería establece un plazo de dos meses para realizar la licitación pública del contrato a partir de la firma del acuerdo de resolución.
La Consejería de Economía y Hacienda ya trabaja en la elaboración del pliego de prescripciones que regirán la nueva contratación, según ha informado.
Hace varios meses, el consorcio formado por la constructora sevillana Martín Casillas e Inverco alcanzó un principio de acuerdo con Parques Reunidos para optar conjuntamente a la explotación y gestión de los terrenos del parque temático de Isla Mágica. El proyecto de este consorcio prevé la apertura del parque temático todo el año, "por lo que dejaría de ser estacional y se generaría más empleo del que actualmente existe". Martín Casillas indicó que se trata de un principio de acuerdo "en términos generales", puesto que está sujeto a las condiciones que establezcan las administraciones públicas sobre el contrato de concesión.
Cajasol, principal accionista de Isla Mágica, apuntó ayer que aún sigue negociando con la Junta sobre el futuro del parque, aunque mostró su conformidad con los planteamientos de la Consejería de Economía: la licitación del contrato de explotación con el compromiso de que la empresa que gane el concurso estará obligada a mantener la actividad del parque y a conservar la plantilla.
Según informaron a Europa Press fuentes del grupo empresarial Cajasol, actualmente las negociaciones entre ambas partes prosigue y no están finalizadas, por lo que "no hay nada cerrado", se recalca.
No obstante, indicaron que la entidad "está en conformidad con los planteamientos expresados por la Junta". Cajasol, nacida de la fusión de El Monte y San Fernando, posee una alta participación del accionariado de Isla Mágica a través de su grupo empresarial, cuota que cabe cifrar en torno al 80%.
