-¿Qué programa ha elegido para su recital del ciclo de Cajasol?
-Tocaré piezas de Schumann y Chopin, ya que este año se celebran los 200 años del nacimiento de ambos compositores. También una sonata de Schubert, que escribió un año antes de morir y que, por eso, tiene un significado especial.
-¿Cómo lleva ser una referencia musical con sólo 32 años?
-Yo, sinceramente, no me considero una referencia musical de nada. Las consideraciones de los demás no es que no me importen, pero no me reconozco así. No es falsa modestia. Soy un joven con una gran suerte que ha trabajado duro para poder desarrollar su vocación. Doy gracias a la vida y a Dios, pero no soy una referencia ni en mi propia casa.
-¿Cuándo saldrá a la venta su próximo disco?
-Acaba de publicarse en Inglaterra y aquí sale en abril, aunque ya puede comprarse por internet. Está dedicado al compositor sevillano Manuel Blasco de Nebra, un organista de la Catedral de Sevilla del siglo XVIII.
-¿Y cómo se le presenta 2010?
-Laboralmente, lleno de desafíos. Volveré a Caracas, actuaré por primera vez en Australia, iré a Valencia, Santiago de Compostela, la BBC, Japón, Hong Kong...
-Veo que la crisis no le afecta.
-Afortunadamente tengo una gran actividad por delante. No me ha tocado de la misma manera que a otros. Creo que ha afectado más a las grandes orquestas.
-Por cierto, ¿sigue la actualidad andaluza? ¿Sabe lo que ha ocurrido con las ROSS?
-Sé lo que pasa a través de la prensa. En el caso de la Sinfónica de Sevilla, lo sigo con cierta preocupación. Lo que hace el Ayuntamiento al recortar el presupuesto de la orquesta es un acto de incoherencia, porque la ROSS es la bandera cultural de la ciudad. Me sorprende que la Junta y el Ministerio mantengan su inversión aquí y en el Maestranza, y el Consistorio, que da nombre a la orquesta, reduzca su aportación.
-¿No cree que la crisis justifica un recorte de este tipo?
-No. La orquesta vive un momento extraordinario. ¿Por qué no reducen otras partidas? Me gustaría saber si bajan en todas las áreas de esa manera. A los políticos hay que pedirles que sean creativos y quiten de otras partidas menos productivas.
-El Ayuntamiento dice que baja en casi todas las áreas...
-Ya, pero quizá un recorte más moderado se hubiera entendido mejor. Pero la respuesta pública que se ha dado a esta decisión ha sido un rechazo tan contundente... También es cierto que yo veo todo esto desde mi atalaya de Madrid...
-Usted ha colaborado con Barenboim en el Diván. Sus presupuestos no bajan. ¿Cómo lo ve?
-Este proyecto marcó un antes y un después en Andalucía. Es una referencia. Si somos inteligentes, no tiene por qué ser incompatible.
-¿Qué tipo de música no clásica le gusta? ¿Escucha pop?
-Me gusta el flamenco. El pop me coge fuera de juego.
-¿Qué gran teatro del mundo le queda por pisar?
-He tocado en sitios que son mitos de la música. Mi gran ilusión ahora es tocar este verano en la inauguración del teatro de mi pueblo, en Nerva (Huelva).
