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Juan Espadas toma el mando del PSOE en la recta final de un ciclo

Zoido encara el año con una ventaja que lo deja a las puertas de la mayoría

el 02 ene 2011 / 18:46 h.

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En las elecciones de mayo se decidirá quién es el nuevo inquilino del Consistorio.

Poco antes de Navidad, Juan Espadas se reunió con todo el grupo municipal socialista, a excepción del alcalde. Todos los ediles le entregaron sus agendas, sus propuestas, los temas en los que están trabajando en la recta final del mandato. A partir del próximo día 10 de enero, el candidato es quien manda en el socio mayoritario del Gobierno local. Ése mismo día, Fibes será escenario de una demostración de fuerza, de un acto del "rearme ideológico" al que se aferran los socialistas, de un punto de inflexión que demuestre que la maquinaria socialista está ya en marcha con la mirada puesta en mayo de 2011. La gestión como tal se ha terminado, el ciclo de Alfredo Sánchez Monteseirín ha concluido. Ya sólo hay tiempo para poner en valor lo realizado y para vender unas propuestas de futuro que sirvan para dar la vuelta a todos los sondeos.

Tras casi 12 años como alcalde, Monteseirín encara su recta final. Lo hace con una mirada puesta en el pasado. En los proyectos que ha ejecutado durante estos años y que difundirá con el lema Sevilla se ve y en los que están a punto de concluir como colofón de una etapa, como la Encarnación, Fibes, la ampliación del Metrocentro o la peatonalización del Cristina. Pero con la vista puesta en el futuro. En mayo empieza un nuevo ciclo y tras un convulso 2010, encara el final del mandato sin una salida trazada. Pese a los rumores, las conversaciones y las ofertas, el regidor más longevo de la capital andaluza aún aguarda un refugio institucional.

Si las elecciones se celebraran hoy y si las encuestas marcaran algo más que tendencias, Juan Ignacio Zoido sería el relevo de Monteseirín. El electorado del PP ha llegado al máximo de movilización tras una extensa y personalista campaña de cinco años, la labor de la oposición ha logrado un desgaste incluso mayor del previsto entre los dos socios de gobierno y la imagen del candidato del PP se ha consolidado entre la población. La estrategia ha funcionado. Los populares llevan años esquivando los debates delicados, eludiendo propuestas demasiado concretas y asumiendo el papel del gobernante moderado y dialogante que parece reclamar el electorado de una ciudad que lleva demasiados años en tensión.

A su favor, un escenario económico que no tiene visos de cambiar en estos cinco meses y el desgaste de las siglas del PSOE. En su contra, el teorema de los tres partidos. Mientras sólo haya tres formaciones en Plaza Nueva, Zoido tiene difícil la mayoría absoluta y, por tanto, hoy por hoy tiene menos opciones de gobernar. Según estas cuentas, a las que se aferra el sector más optimista de los socialistas, salvo que UPyD, desinflado a nivel local, o el PA, desorientado en su travesía en el desierto, remonten en estos cinco meses, sólo hay dos opciones de que Zoido gobierne: que haya un gran trasvase de votos de los socialistas a los populares, hecho que pese al desgaste del PSOE y la tendencia a la abstención del electorado no reflejan los sondeos; o que IU se desplome y se llegue a un sistema bipartidista.

La propia estrategia del PP durante los últimos años ha ido dirigida a esta segunda posibilidad. De momento, nada parece indicar que haya tenido éxito. IU tiene muy difícil experimentar un crecimiento en la ciudad o arrastrar con demasiados votos socialistas desencantados, pero tampoco hay indicio alguno de una desmovilización entre sus bases que le haga quedarse por debajo de los resultados de 2007.

La imagen de su candidato, Antonio Rodrigo Torrijos, está desgastada, pero también está vinculada a un gobierno que ha cumplido en estos cuatro años con más promesas del programa de IU de las que se pueden obtener en circunstancias normales con sólo tres ediles. Lo dicho hecho, reza uno de los lemas que empieza a utilizar la federación.

Pero se han cometido errores durante estos dos mandatos y algunos pueden tener importantes consecuencias legales. La número dos de la federación de izquierdas, Josefa Medrano, tiene pendiente una resolución judicial por la prohibición del acto de Agustín de Foxá y se enfrenta a una pena de siete años de inhabilitación. Y el mismo juzgado, el de Mercedes Alaya, amenaza con sentar al candidato, Antonio Rodrigo Torrijos, en el banquillo como mínimo como testigo antes de los comicios electorales.

esperando las listas. La lista de IU, la única que está definida, puede aún sufrir cambios. Las de las dos formaciones mayoritarias, PSOE y PP, aún deben conformarse. Juan Ignacio Zoido vuelve a tener manos libres para confeccionar su equipo, y aunque decida prescindir de algunos de los 14 concejales que le han acompañado en este mandato, su decisión no tendrá más repercusión que el malestar del que se quede fuera. Espadas, sin embargo, afronta el tradicional conflicto preelectoral socialista que se quiere cerrar de forma rápida y sin demasiadas heridas.

Pase lo que pase, el 22 de mayo marcará un cambio de ciclo en los partidos mayoritarios. El PSOE tendrá nuevo líder de la oposición o nuevo alcalde. El PP recuperará la Alcaldía tras 12 años o afrontará un proceso de regeneración.

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