España no ha estado representada jamás en una final olímpica de 800 metros.
El riguroso sistema de selección en semifinales (dos por puestos y dos en la repesca por tiempos) volvió a convertir la penúltima ronda en un muro infranqueable para los españoles.
Kevin López, que acaba de relevar a Reina como plusmarquista español (1:43.74), después de diez años de reinado de éste, corrió la segunda serie, en la que sólo el plusmarquista mundial, el keniano David Rudisha, partía con mejor marca que él.
Al tomar la calle libre López se puso a rebufo de Rudisha, que cubrió el primer giro en 51.30. El sevillano estaba sexto en la última curva y ahí cedió unos metros al quinteto delantero que no pudo descontar en el esprint. Terminó en esa misma posición con un tiempo de 1:46.66.
Antonio Reina, que pese a haber perdido el récord español ha recuperado el nivel de hace diez años, partía, por marcas de la temporada, como quinto del ránking en la tercera semifinal con 1:44.65.
Por la calle ocho, Reina llegó en séptima posición al penúltimo paso por meta, marcado con un rápido parcial de 51.18 por el estadounidense Duane Solomon, luego progresó hasta la quinta plaza en la recta de enfrente y por último cedió un lugar hasta cruzar la meta sexto con 1:45.84.
Marco, recalificado en primera ronda como tercero de su serie tras la descalificación del kuwaití Al-Azhemi, tuvo que vérselas en la primera semifinal con cuatro atletas con marcas inferiores a 1:44, entre ellos el sudanés Abubaker Kaki, subcampeón mundial, que pasó los 400 en 51.01.
El sevillano iba cuarto a mitad de carrera, pero a partir de la última curva fue perdiendo gas hasta llegar séptimo con 1:46.19.
