La ampliación de la casa consistorial de Arahal concluirá 23 años después de que se iniciasen las obras

La última fase está previsto que finalice en octubre tras una inversión de 203.679 euros.

el 01 mar 2014 / 23:45 h.

AYUNTAMIENTO DE ARAHAL Muchos vecinos de Arahal ni se acuerdan de cuando comenzaron las obras de ampliación y adecuación de su casa consistorial, que se encuentra en pleno casco histórico, más en concreto en la plaza de la Corredera. Y es que estos trabajos parecen los del nunca acabar. Se iniciaron en 1991 y no será hasta octubre de este año cuando finalmente se pueda decir que las reformas del Ayuntamiento han llegado a su fin, lo que además permitirá que se vuelva a reabrir su acceso principal. Tras innumerables fases de obra, el Consistorio informó recientemente que gracias a la concesión de una subvención por parte de la Junta de Andalucía de 203.676 euros los trabajos en este emblemático inmueble concluirán a mediados del mes de octubre. Para que los plazos se cumplan los técnicos municipales ya están elaborando el proyecto de obra, puesto que la previsión es que los trabajos se inicien en el próximo mes de junio. En este último paso de la obra se incluye la rehabilitación de la primera crujía de la edificación ubicada junto a la plaza de la Corredera, que incluirá las futuras dependencias del registro municipal en la plata baja; la torre del reloj, que es un elemento escultórico y representativo del edificio y de la localidad; y la rehabilitación de artesonados de techos, yeserías de la planta alta, y las carpinterías de fundición y de madera, ubicadas en la fachada. Una vez concluidos estos trabajos, en la primera crujía de la planta alta se ubicará la secretaría general del Ayuntamiento y la Alcaldía. Fuentes municipales indicaron que la superficie en la que se actuará son 380 metros cuadrados, 188 de la primera planta, 180 de la planta baja y 12 del castillete del reloj, lo que supone una cuarta parte de la superficie de toda la casa consistorial, más en concreto del 26,06 por ciento del inmueble. Para recordar la fecha de inicio de esta más que reforma hay que tener muy buena memoria histórica, puesto que hay que remontarse a 1991, cuando se publicó el proyecto de ampliación y acondicionamiento de la casa consistorial que fue redactado por Alicia Martínez Martín, a través del área de Planificación del Servicio de Arquitectura de la Diputación de Sevilla, que es el que dio paso a las innumerables fase de la obra, que algunos cifran en 13.  Numerosos cambios. En esa época se logró tener el plan de obras y en el mismo año se iniciaron algunos trabajos correspondientes a demoliciones y estructuras y así sucesivamente hasta 1994, periodo en el que se actuó en la albañilería, cimentación revestimientos y climatización. Y así sucesivamente y muy poco a poco se fue avanzando en los trabajos hasta que este año, finalmente, se podrá dar por concluido el proceso de adecuación y modernización de este importante edificio del municipio de Arahal. De hecho, no está claro cuando se construyó este inmueble. Según la información que maneja el propio Ayuntamiento, la torre pudo ser construida en 1841, «aunque es muy posible que el edificio fuera una reforma de otro anterior. Su presencia se corresponde con formas estéticas de mediados del siglo XIX y a lo largo de ese siglo tuvo numerosas reformas», según indicaron la mismas fuentes municipales. Pero no sólo en el siglo XIX experimentó numerosos cambios. En el siglo XX se le añadieron cuatro arcos a la galería alta, se construyó la sala capitular de la galería exterior izquierda, la Alcaldía, la sala de archivos y la escalera de acceso a la planta superior. Asimismo, se reconstruyó el techo de la galería derecha, unos proyectos realizados y visados por Aníbal González. Aunque el edificio es todo un emblema local, todas las modificaciones que ha sufrido el inmueble a través de los años han ido desfigurando la imagen del mismo en muchas zonas. De hecho, se demolió el grupo escolar que había en su interior para ampliar el inmueble, y los muros que eran de carga de ladrillo macizo y los forjados, que se cree que eran de madera, se sustituyeron en su mayoría por otros de hierro y hormigón. No obstante, cuando concluya la obra el inmueble conservará prácticamente todos los acabados y calidades recuperables que tuvo en sus orígenes.

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