En enero de 2010 desaparecerá el aparcamiento de coches de la avenida Isabel la Católica, la vía que separa la Plaza de España y el parque de María Luisa. Así que los funcionarios y turistas que aparcan en dicha zona tendrán que cambiar sus hábitos. Lo anunció ayer el delegado de Urbanismo y Presidencia, Alfonso Rodríguez de Celis, quien ofreció algunos detalles de la próxima peatonalización de esta calle.
La intención del Ayuntamiento es unir el monumento de Aníbal González con el parque de María Luisa y, para ello, las obras para renovar la red de agua empezarán a principios del próximo año. Después de la Semana Santa arrancará la repavimentación y el ajardinamiento de la zona, a imagen y semejanza de la estampa de 1929. Las obras deberán terminar a finales de septiembre de 2010 y costarán 4 millones de euros, de los que la Gerencia de Urbanismo ya tiene consignado un millón en los presupuestos de 2009.
En el centro de la avenida, en frente de la misma puerta de la Plaza de España, los técnicos de Urbanismo ya han hecho la primera cata para sacar a la luz la antigua pavimentación de este bulevar (bajo una gruesa capa de asfalto) y han colocado dos pequeñas filas del nuevo piso. Al igual que se puso para la Exposición Iberoamericana de 1929, la avenida lucirá con granito gris de 20 por 20 centímetros, si bien el nuevo material será más resistente que el antiguo, según el delegado de Urbanismo.
Eso sí, los más de 200 vehículos que todos los días aparcan en la avenida Isabel la Católica tendrán pocas alternativas. "La solución es la puesta en marcha de la línea 1 del Metro, que tiene una parada muy cerca. Hay planificados algunos aparcamientos en el Prado, pero de forma inmediata lo mejor es la opción del transporte público", apuntó Gómez de Celis. Faustino Valdés, subdelegado del Gobierno en Sevilla, incluso añadió en la rueda de prensa que una alternativa es el nuevo aparcamiento en el Muelle de las Delicias, "con un paseo muy bonito por el parque de María Luisa".
Una vez que terminen las obras de la peatonalización, la avenida Isabel la Católica tendrá tres zonas diferenciadas. En el centro, el bulevar de granito gris y, a los lados, franjas ajardinadas y de albero. Además, la intención es que todo el recinto -la Plaza de España, el parque y la avenida que ahora los separa- esté delimitado por una valla, lo que permitirá el cierre de toda la zona por la noche. No obstante, los responsables municipales aseguraron ayer que esta decisión aún no está tomada.
El salón Aníbal González de la subdelegación del Gobierno, en la Plaza de España, fue el escenario elegido ayer para presentar la restauración de este monumento, precisamente un salón ubicado en una torre, la Norte, apuntalada desde hace ya dos años.
Por este motivo, el Ejecutivo central anunció ayer que el pasado día 3 adjudicó a Ferrovial los trabajos para reforzar la cimentación de dicha torre. "En unos días, máximo una semana", comenzará la tarea en la torre Norte, un ejemplo más de la mala conservación de uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Eso sí, el Gobierno de la Nación no precisó cuánto tiempo durarán las obras.
