Economía

La Banca elude el Euríbor para la contratación de nuevas hipotecas

Cada vez que baja el Euríbor suena la cantinela de que abaratará las hipotecas en tantos o cuantos euros. Sin embargo, la música habrá de cambiar, puesto que bancos y cajas, frente al significativo descenso de ese indicador, están eludiendo su aplicación. Mire su contrato. Puede haber sorpresa.

el 15 sep 2009 / 21:42 h.

Cada vez que baja el Euríbor suena la cantinela de que abaratará las hipotecas en tantos o cuantos euros. Sin embargo, la música habrá de cambiar, puesto que bancos y cajas, frente al significativo descenso de ese indicador, están eludiendo su aplicación. Mire su contrato. Puede haber sorpresa.

Las entidades financieras han dejado de lado al Euríbor como tipo de referencia a la hora de contratar las hipotecas en España y, en su lugar, se están decantando por generalizar un porcentaje mínimo tanto al suscribir el préstamo como al revisar -anual o semestralmente- sus cuotas. La orden interna se expande.

En efecto, desde julio, cuando el indicador hipotecario marcó su máximo histórico, el 5,393%, se ha abaratado hasta el 3,452% de diciembre pasado, mientras que la media aplicada a los nuevos créditos por los bancos tan sólo descendió en tres décimas (del 5,96% al 5,635%) e incluso ha subido en el caso de las cajas de ahorros españolas, tras pasar del 6,044% al 6,084%.

Se trata del interés cobrado por el banco o la caja durante el primer año o semestre -según especifique el contrato- y, por regla general, es más elevado que el que rige para el resto del periodo de amortización, explicaron fuentes de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).

Sin embargo, el que esa diferencia en los recortes respecto al Euríbor sea tan elevada -y nunca lo fue tanto- revela no sólo una mayor prudencia de las entidades, sino que éstas, además, se han parapetado frente al continuo abaratamiento del tipo oficial. En la práctica, y pese a que el precio de la vivienda está descendiendo y, con él y por lógica, el importe del préstamo, éste termina por encarecerse.

"Nosotros fijamos un mínimo del 4%, tanto para suscribir la hipoteca como para revisarla. Quien lo quiera, bien, y quien no, pues que acuda a otra entidad, que le dirán igual, así estamos todas. El mínimo siempre ha existido, pero no tan alto como ahora". Son empleados de una caja de ahorros andaluza, aunque la "orden" de encarecer el interés al suscribir la hipoteca y prolongarlo en el tiempo a través de su inclusión en las cláusulas del préstamo es generalizada. "Aquí ocurre lo mismo", dicen en la oficina que tiene en la sevillana Avenida de la Constitución uno de los mayores bancos de España. ¿Y por qué?

De allí y de aquí argumentan que en los últimos años, cuando el Euríbor estaba muy bajo, "nos comíamos [las entidades] el margen, y es lógico que ahora tratemos de defenderlo. Durante la vida de las hipotecas variables, los tipos se compensan, hoy paga algo menos el cliente y cobran algo menos los bancos, y mañana será al revés, simple y llanamente".

Una segunda explicación estriba en la prudencia al otorgar los préstamos. No sólo se mira el perfil económico y laboral de quienes llegan a pedir financiación para la compra de una vivienda -funcionario, a ser posible, contrato indefinido, avales...-, sino la capacidad suficiente como para aguantar un tirón más severo. Mientras, la entidad hace caja y abona menos por el dinero que toma en el mercado interbancario -y de éste es precisamente de donde se extrae el Euríbor-.

Vayamos a los datos de la AHE que, a su vez, reflejan los oficiales del Banco de España. Ni siquiera en la fecha de nacimiento del Euríbor en enero de 1999 -la vigencia del anterior índice, el Míbor, quedó limitada exclusivamente a los antiguos contratos-, la diferencia entre el tipo interbancario (3,062%) y el aplicado por bancos (5,015%) y cajas (5,262%) fue tan grande como en diciembre pasado.

Y a lo largo de estos diez años de historia, en ningún momento la distancia entre aquél y éstos ha rebasado los dos puntos porcentuales, como sí ha ocurrido en los dos últimos meses de 2008, justo cuando comenzaban a tener efecto las inyecciones de liquidez por parte de los Gobiernos de la Zona Euro y que tuvieron como corolario la sustancial rebaja de las tasas en el interbancario (el mercado en el que los bancos se prestan dinero entre sí).

Para encontrar diferencias superiores a los dos puntos hay que retrotraerse a la crisis económica de 1993, cuando incluso se alcanzaron los 4 puntos. En junio de ese año, el Míbor cotizaba al 10,409%, el promedio de los bancos era del 14,48% y el de las cajas de ahorros, 14,15%. Sí, eran los intereses hipotecarios de entonces, que hoy duelen sólo con imaginarlos.

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