La idea no es nueva. Tanto es así que el Plan Estratégico de la Cultura de Sevilla, elaborado aparte del Plan Estratégico Sevilla 2010, ya recogía la constitución de un Consejo Metropolitano de la Cultura de Sevilla que actuara como "mecanismo coordinador de la actuación de los diferentes agentes promotores de la cultura de la ciudad y los municipios adyacentes". El órgano planteado por aquel entonces era de carácter consultivo y de él iban a depender un gabinete de consultoría y gestión cultural y un observatorio metropolitano de cultura, que se gestionarían a través de una oficina técnica.
El planteamiento de aquel entonces era articular iniciativas que permitieran "incrementar la coordinación entre las organizaciones de naturaleza pública". En esa lista figuraba, como no, el Ayuntamiento de Sevilla, pero también "el resto de ayuntamientos del área metropolitana y la Diputación Provincial de Sevilla", así como las administraciones autonómica y central.
Esa apuesta inicial se planteó porque el propio Consistorio hispalense había detectado, durante la redacción del anterior plan estratégico, la existencia de "importante disfunciones en términos de coordinación entre las administraciones competentes". Diez años después de ese primer documento, han visto que todavía está presente esa necesidad de que la capital selle una alianza cultural con su área metropolitana.