El pleno de Dos Hermanas aprobó ayer por unanimidadad pedir a la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, que renuncie a los censos que afectan a 40 fincas de la ciudad, situadas en el Polígono Aceitunero o Entrenúcleo, y que son de la casa de Alba según un documento de 1924.
Parte de los terrenos de Dos Hermanas están censados a nombre de la casa de Alba, con lo que para comprar, vender o alquilar dichas fincas siempre aparece en el registro una retribución a la actual sucesora de esos terrenos: la duquesa de Alba, Cayetana Fizt-James Stuart. El Ayuntamiento ha encontrado 40 fincas con esta circunstancia, tal y como se concreta en un documento firmado en 1924, donde Santiago Fizt James Stuart reconocía tener censadas 40 fincas en la ciudad, que se encuentran en zonas tan ricas en la actualidad como Entrenúcleos o el mismo casco urbano.
En el fondo se trata de un antiguo acuerdo económico mediante el cual, a cambio de algún tipo de préstamo, el propietario censaba su finca a nombre del inversor, en este caso la casa de Alba. Su sucesión recae directamente en la duquesa, heredera de esos censos, y que según el Ayuntamiento nunca ha pedido la cantidad que le corresponde por el comercio de las fincas.
Pero aun así, el pleno municipal ha aprobado por unanimidad pedir a la duquesa que renuncie a ese derecho, no ya por el dinero en sí (que el Consistorio tasa en 1.032 euros) sino porque "no es lógico que en el siglo XXI esté apareciendo en los registros un censo de los años veinte", destacó ayer el portavoz municipal, Agustín Morón.
El Consistorio procederá a escribir una carta "amable" a la duquesa para que autorice la eliminación del censo en los registros de estas fincas, debido a que "constituyen un gravamen sobre numerosas fincas tanto públicas como privadas, con los inconvenientes que de ellos se deriva para el normal tráfico inmobiliario", según reza el documento aprobado por el pleno de ayer.
El Ayuntamiento ha encontrado 40 fincas basándose en el documento de 1924, pero Agustín Morón reconoció también que "es probable que haya más terrenos, públicos o privados, donde aparezca esto en la documentación. Y seguramente también pasará en muchos municipios donde la casa de Alba ha tenido negocios desde hace siglos".
La cuota más grande del censo de dichas fincas se establece en las 670 antiguas pesetas y la más pequeña de 25, el cálculo en euros se hace casi imposible, pero según un estudio de la Universidad de Barcelona una cuota mensual de hipoteca solía costar en 1924 unas 125 pesetas al mes, y dentro del precio debería aparecer el pago correspondiente a la propietaria del censo. Eso sí, hoy en día estas cuotas, fijadas algunas de ellas en reales y maravedíes, la verdad es que no sacarían a nadie de la pobreza.
El Ayuntamiento sabe que la casa de Alba nunca ha reclamado esas cantidades que por otro lado legalmente le corresponden, por eso confía en que la duquesa acceda a la petición sin ningún tipo de problemas.
