En 1860 abrió sus puertas La Centenaria con la idea fundamental de producir una pastelería de calidad basada en los sabores de la tierra. Pero el paso del tiempo trató mal al rico patrimonio de azulejos que tiene la cafetería, por lo que obligó a una restauración de emergencia, que acaba de concluir.
La rehabilitación de La Centenaria fue subvencionada por Cajasol con una partida de 30.000 euros, gracias a los cuales ya luce como nueva toda la azulejería de esta cafetería que, como su nombre indica, lleva más de un siglo ligada casi de manera familiar al devenir de los alcalareños.
El avanzado estado de deterioro de los revestimientos de la confitería llevó al alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), y a la Concejalía de Patrimonio a preocuparse por su conservación y plantear una restauración de urgencia con el apoyo de Cajasol.
De esta forma, desde principios de año los azulejos que presentaban mayor deterioro fueron retirados para proceder a su restauración completa con una técnica muy similar a la original. En otros casos los azulejos sólo presentaban pequeñas roturas y fueron reparados en el lugar.
De este modo, tanto la fachada, como el interior de la pastelería recuperan su estado original y vuelve a abrir al público por la puerta antigua que durante las obras permaneció cerrada.
Ubicada en la calle Nuestra Señora del Águila, en pleno casco antiguo, la confitería, que destaca por la elaboración de las tradicionales tortas de la ciudad, presenta una fachada y decoración compuesta de paños de azulejería realizados a comienzos del siglo XX en los célebre talleres de Mensaque, la ya desaparecida empresa de Triana (Sevilla) y Santiponce, y que poseen las señas de identidad más características de la cerámica de la provincia.
Motivos de hojas, volutas y angelotes son los que más se repiten en esta bella cerámica que fue elaborada con una antigua técnica conocida como a la cuerda seca, ya desaparecida, especialmente porque la fábrica de Mensaque cerró al publico hace cerca de un año tras haber decorado edificios emblemáticos a lo largo de todo el mundo.
La Centenaria es una pastelería de calidad basada en la tradición. Hoy día siguen conservando el horno de leña donde se elaboran algunos de sus productos. Sin duda, es recomendable probar su biscotelas rellenas, el tocino de cielo, las tortas de la ciudad y la amplia variedad de desayunos que ofrece su cafetería. Todo un deleite para los sentidos.
