María Contreras (Sevilla, 1982) decidió comenzar la primavera de 2010 con un negocio propio. Después de formarse ampliamente y de estudiar el mercado sevillano, decidió apostar por una tienda de moda especializada en eventos con diseños en exclusiva. La crisis no ha podido con ella, aunque reconoce que muchos establecimientos del centro han tenido que cerrar en los últimos meses.
-Hace dos años y medio que abrió las puertas su negocio. ¿Qué le llevó a montar una tienda como Parole?
-En Sevilla no había tiendas de este tipo, como sí sucedía en otras ciudades españolas. Desde el principio pensé en que podía abrir algo distinto, algo que me diferenciara de los establecimientos de siempre que hacen que al final vayamos todas vestidas iguales a los eventos como las bodas. Apuesto mucho por los jóvenes diseñadores y también por las prendas y complementos vintage, y para ello viajo a Londres esporádicamente. La idea es poder ofrecer a la clienta siempre cosas novedosas.
-¿Qué hace de su oferta diferente?
-Intento tener la exclusividad en muchas marcas, aunque en todas no se puede y más como están las cosas. También vamos a comenzar a lanzar una línea de diseños a medida de vestidos que se encargará de realizar una diseñadora sevillana. También tengo piezas de Maggie Plumcake, que hace una en exclusiva que sólo tenemos en la tienda. Además, le doy un servicio personalizado a las clientas, a las que asesoro como personal shopper para sacar el máximo partido a lo que llevan puesto.
-¿Cómo ha acabado recalando en el mundo de la moda?
-La verdad es que he hecho de todo antes. Cursé Alta Dirección de Hoteles y después hice el Bachelor en Suiza. Hice también el MBA de Administración de Empresas, después un master en Protocolo y en Relaciones Públicas. Tras todo eso cursé un Master en Moda y así llegué a la idea de montar una tienda.
-¿Ha notado la crisis?
-Me ha ido bien aunque noto la crisis, como todos. En cualquier caso, no me puedo quejar. Vas adaptándote a las marcas que se venden más y a diseños más ajustados de precio manteniendo siempre el lema de ofrecer artículos que no se puedan encontrar en otros sitios.
-¿Qué tipo de clienta suele comprar en su tienda?
-Entran muchos extranjeros porque esta calle [García de Vinuesa, junto a la Catedral de Sevilla] es de paso de turistas. En cuanto a la gente de aquí, entran desde chicas de 18 años que quieren comprar su vestido para la confirmación u otro evento hasta señoras que quieren comprar un conjunto para ir a trabajar.
-¿El público sevillano entiende de moda?
-Cada vez más. El 2.0 y los blogs de moda han permitido a la gente acceder más al sector y hay muchas clientas que tienen muchos conocimientos sobre el tema. Sigue habiendo quien no sabe cosas básicas, pero ha habido un cambio importante en los últimos años muy perceptible.
-Lo cierto es que muchos comercios dedicados a la moda han cerrado...
-Sí. En solo un mes más de seis establecimientos han echado el cerrojo en esta zona y eso no me viene bien. Muchos me dicen que es mejor, que así tengo menos competencia, pero me conviene que haya una zona de influencia, que la gente venga a estas calles a mirar varias opciones. Es mejor que estar aislada. Espero que todas aguanten.
-¿Tiene prevista la apertura de otras tiendas?
-Me gustaría abrir más, aunque no sé si en Sevilla o en otra provincia de Andalucía. Estoy esperando a terminar un estudio de mercado para ver cuál es el sitio más idóneo. Esta manera de arreglarse para eventos como bodas es más del sur. De hecho, vienen a veces a la tienda mujeres de Madrid y Barcelona a comprar un tocado para completar su look y adaptarse a la moda de aquí. Hay un concepto totalmente distinto de cómo hay que vestir en este tipo de ocasiones. De hecho, hay diseñadores de aquí que están empezando a verse en otros lugares, novias vestidas por sevillanos o gente de la alta sociedad a la hora de acudir a un evento.
-¿Qué estilo de prendas ofrece a su clientela?
-Tengo Pronto Moda, es decir, prendas que se hacen al instante cuando sale una tendencia, como hacen en Inditex. De ello se encarga Margarita Ruesga, que adapta los modelos al momento con precios muy competitivos. Además, hace Prêt-à-porter. También tengo diseñadores franceses que sí hacen prendas más parecidas a lo que se puede ver en la pasarela. Además, trabajo con la marca Closs, que cuenta con diseños más clásicos. Aparte de esto, tengo muchos complementos, porque les doy mucha importancia y abarcan muchas tendencias. Eso lo tengo en exclusividad. Además, he traído tocados de Londres que no se pueden encontrar en otra tienda de aquí.
-¿Tuvo muchos problemas a la hora de montar el negocio?
-Las dificultades mayores tenían que ver con el papeleo. Con el tema de la financiación no tuve problemas porque tenía unos ahorros y decidí invertirlos en esto. Ahora he decidido además diseñar, y voy a sacar una pequeña colección para primavera-verano. Si funciona, me gustaría apostar por mi propia marca. El que no arriesga no gana.
-¿Es realmente la crisis económica una oportunidad?
-Todo el mundo se intenta adaptar, pero lo cierto es que es un riesgo porque las condiciones de la sociedad han empeorado mucho. La compra impulsiva casi ha desaparecido, es complicado que se dé, no tiene nada que ver con lo que era hace seis años. La clienta se piensa mucho más lo que compra, pero es normal.
