La comisaría de la Policía Nacional en la estación del Metro de la Puerta de Jerez se ha desinflado en apenas ocho meses, el tiempo que hace que se inauguró con una plantilla de 10 agentes, que ya entonces se dijo que no se descartaba ampliar. Ahora sólo cuenta con uno, un policía en segunda actividad que sólo está de lunes a viernes, y en horario de mañana, en estas modernas instalaciones que se estrenaron con la intención de permanecer operativas durante todo el tiempo que el Metro estuviera circulando. Incluso estaba previsto ampliar los horarios de apertura en fechas señaladas, como Semana Santa o Feria, cuando el Metro también funciona durante más tiempo. En cambio, ahora que se acaba el año y el policía encargado de esta oficina se está cogiendo algunos días libres que tenía pendientes, la comisaría permanecerá cerrada incluso algunos días entre semana durante estas fiestas.
Se esperaba que los agentes de esta sede policial realizasen recorridos por los andenes y los trenes para prevenir robos, atracos y agresiones, que fueron los delitos que se consideraron más probables, según aseguraron los responsables policiales el día que se inauguró la comisaría, con la asistencia del entonces delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y el comisario provincial, Juan Rojo.
En las oficinas se recogerían además todas las denuncias que tuvieran relación con los incidentes que ocurrieran en el Metro. Hoy, el agente a cargo de la comisaría deriva a quienes acuden con intención de denunciar a las cercanas comisarías de la calle Betis o la Alameda. Su función es, básicamente, realizar labores de información sobre los trámites necesarios para presentar estas denuncias.De esta forma, los 62 metros cuadrados de la comisaría, que cuenta con dos despachos, sala de reuniones y hasta sala de espera por si se congregase un grupo medianamente numeroso de ciudadanos, se ha quedado casi vacía. Los diez policías que trabajaban en ella han sido trasladados a otras unidades y sólo permanece allí este agente en segunda actividad -apartado del servicio activo a la espera de jubilarse-.Una portavoz de la Policía Nacional ha explicado que la seguridad policial en el Metro es ahora responsabilidad de la Brigada Móvil, cuyos agentes acuden si se considera necesario, aunque sin aclarar a qué se ha debido un cambio tan importante respecto al planteamiento anunciado en abril, cuando fue inaugurada.En todo caso, la principal seguridad en el Metro de Sevilla ha sido, desde el principio, privada. Hay vigilantes de seguridad en todas las estaciones de la línea 1, además de 470 cámaras de vigilancia distribuidas entre andenes y trenes y 310 interfonos que los usuarios pueden utilizar para alertar sobre cualquier incidente o para pedir ayuda.
El Metro sevillano, además, se considera especialmente seguro porque sus recorridos se diseñaron para que no hubiera recovecos ni zonas en penumbra o con poca visibilidad, para minimizar los riesgos. Así lo recordó durante la inauguración de esta comisaría el secretario general de Planificación, Ordenación, Infraestructuras y Movilidad Sostenible de la Junta, Eduardo Tamarit, que asistió al acto al igual que el jefe de la Policía Local, José Aulet; el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Alfonso Mir; el subdelegado del Gobierno central, Faustino Valdés; y hasta representantes de los distintos sindicatos de la Policía Nacional.
Tamarit añadió que el lugar elegido había sido la Puerta de Jerez por ser una estación céntrica, y que se había situado en el mismo andén que la oficina de atención al cliente del Metro de Sevilla y del Consorcio de Transportes, para unificar los servicios de información y atención.
Metro de Sevilla y la Policía Nacional coincidieron en asegurar a este periódico que, en el tiempo que lleva abierto, en el suburbano no se han registrado incidentes significativos, y que de hecho lo que más se controla es que los usuarios no se salten los tornos para entrar sin pagar.
