Cultura

La compañía Laví e Bel convierte el Central en un cabaret

La compañía granadina invita a un espectáculo de resistencia de ambiente optimista y con música de Cole Porter.

el 10 dic 2014 / 18:22 h.

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El Teatro Central acoge jueves, viernes y sábado de esta semana (entradas a 17 euros en http://www.juntadeandalucia.es/culturaydeporte/teatrocentral/ y www.ticketmaster.es)la última propuesta de la compañía granadina Laví e Bel, ‘El escenario ambulante’, que viene a ser algo así como teatro político hecho en un cabaret, o un ejercicio de resistencia civil con aires cabareteros. Porque eso, teatro político y resistencia, es lo que el propio Emilio Goyanes, director y productor, asegura que hace no sólo por convicción propia, sino porque cree que, con la que está cayendo, es lo mínimo que el teatro puede hacer por una sociedad que bastante tiene con sobrevivir. foto-2-LAVÍEBEL‘El escenario ambulante’ es eso, un escenario que lleva siglos moviéndose y en el que sólo tres actores (Larisa Ramos, Antonio Leiva y Walter Sábolo) hacen números cabareteros con una consigna: no hay tristeza que valga. “Un amigo define lo nuestro como positivismo crítico activo”, explica Goyanes, que insiste en que “de ternura y esperanza es de lo que debemos empedrar nuestro camino”. “Yo el 80% de mi tiempo soy pesimista, pero ¿adónde nos lleva esto?”, se pregunta, de ahí que eso de decir que la vida es bella, como se reivindica desde el propio nombre de la compañía, “parece que hoy no tiene sentido pero es una reivindicación activa” porque “la resignación es un acto de usura con uno mismo, es absurdo perder el tiempo en encabronarse”. Eso sí, “no somos imbéciles ni ingenuos”, y eso conecta con que “cada día es un acto de resistencia, vivimos en un acto de resistencia”, algo que no dice sólo el artista sino también el ciudadano, porque ésta es una afirmación en la que cabemos todos. Por ello confiesa que sí, que “se podría decir que esto es teatro político”, pero hablando de las personas, por honradez y por puro sentido común, porque de lo contrario “se corre el peligro de que la gente venga y diga que qué me estás contando”. “Hacer teatro político ahora es inevitable”, en unos tiempos en los que la gente cada vez tiene menos para gastos culturales. Eso sí, teatro político no significa que sea panfletario, esto no es una revolución de ningún tipo, simplemente desde el escenario se pone un grano de arena para “no perder la fe en que se puede tener una sociedad mejor y más limpia”. Por eso se cuentan las verdades del barquero, o de la vejez, porque hay un momento que en escena salen dos viejecitos que ya no tienen nada que perder y dicen lo que piensan de verdad, como cuando el añorado José Luis Sampedro no se mordía la lengua. foto-1-LAVÍE-E-BELA fin de cuentas, lo que Laví e Bel propone no es una reivindicación, sino un “acto artístico”, porque los artistas existen desde el amanecer de los tiempos y ya no tienen que reivindicarse porque son necesarios, “somos espejos deformantes” que nos cuentan la verdad. “Los que se tienen que reivindicar son los políticos y los banqueros, el mundo podría vivir sin banqueros, pero no sin artistas”, apostilla Goyanes. Su forma de sumarse a ese espíritu del espejo deformante es mediante el cabaret, y pare usted de contar, porque “hacemos lo que nos da la gana con la tradición” y porque “no hay nada más viejo que la novedad”. Y así ha surgido ‘El escenario ambulante’, en el que “nuestra mayor fuente de inspiración son las noticias, que nos ponen de mala leche”, y en el que suena música de Cole Porter porque sí, porque se podrían haber hecho temas originales pero ahí está el viejo maestro que le canta al amor, “da igual que sea una mujer, un hombre o una mosca”, de unos tiempos en los que los grandes artistas no iban al teatro a inspirarse, sino al cabaret. Así que, con 22 años con Laví e Bel dando guerra, la única aspiración de Goyanes es a que “durante un momento los espectadores se sientan conectados” con lo que se les cuenta, algo que suena muy mística pero que en realidad, confiesa, “es muy civil”. De ahí la necesidad de la resistencia y del optimismo, que en el terreno político ve reflejado en un Podemos al que ve como símbolo “de algo nuevo, de a ver si algo se mueve”. No es que reivindique el voto para esta formación, que eso lo dejó claro, pero sí que admite que Podemos es “el símbolo de la necesidad que tenemos de esperanza” ante un sistema como el actual de “burocracia agresiva”. Y todo eso, si es con música de Cole Porter, pues mucho mejor, porque Goyanes lo tiene claro: si tienes una cita en casa, pon a Cole Porter. No falla.

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