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La competitividad andaluza no llega ni a un tercio de su potencial

Las empresas tienen su «talón de Aquiles» en la innovación propia

el 06 may 2010 / 19:24 h.

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Una de las principales bazas con las que cuenta una empresa para sobrevivir en un entorno como el actual es su capacidad competitiva. Para ello, cuestiones como la implantación de la innovación propia y ajena, la planificación o el conocimiento en el día a día de la firma es fundamental. Así lo recoge un estudio elaborado por la Escuela Andaluza de Economía, que refleja que el potencial competitivo alcanzado en la comunidad no llega ni a un tercio, al ser del 32,1%. "Hay todavía un desarrollo embrionario de los factores que pueden ayudar a ello", reconoció ayer el director del proyectos de IMC (encargada de realizar el análisis), Joaquín Ágreda.

El principal "talón de Aquiles" que observa dentro de la región es el de la innovación propia desarrollada, ya que ésta se sitúa en el 11,3%. Eso sí, en la empresa andaluza está muy extendida la implantación de innovaciones ajenas, en un 60,8% concretamente, entrando en este apartado cuestiones como tener correo electrónico o ADSL, algo ya muy extendido y que, por lo tanto, no crea diferenciales en cuanto a competitividad. Por su parte, la creación, adquisición y difusión del conocimiento, otra de las cuestiones clave que señala el estudio para lograr ser competitivo, se sitúa en el 25,8%, mientras que la planificación alcanza el 24,3%.

"No podemos decir que la empresa andaluza haya suspendido en lo que a competitividad se refiere, ya que eso depende del índice de referencia que elijamos, aunque podríamos decir que, levemente, progresa adecuadamente", señaló ayer durante la presentación del informe el director técnico de la Escuela Andaluza de Economía, Manuel Ángel Martín, que añadió que "las políticas de apoyo a las empresas deben estar dirigidas a fomentar estos factores".

Pero el estudio no sólo recoge el índice objetivo alcanzado por las empresas de la comunidad, sino que también se hace eco de la definición que de sí mismas hacen éstas. En este sentido, el 22,4% valora su marcha económica como mejor que la del sector al que pertenece, mientras que el 11,1% la sitúa por debajo.

Eso sí, depende de los aspectos a los que se haga referencia. Así, la mayoría se ve mejor que el resto de la competencia en cuestiones como la calidad de sus productos y servicios o los precios de venta al cliente. Sin embargo, se torna más pesimista si se habla de asuntos como el endeudamiento financiero o la facturación.

En el perfil de las empresas que se consideran más competitivas destacan aquéllas con un mayor volumen de trabajadores (más de 100), del sector servicios (como la banca, sanidad o transporte) y con más de 25 años de antigüedad. Además, son más optimistas las que se encuentran integradas dentro de una cadena regional o nacional. "Del estudio se desprende que la pyme es vulnerable frente a la gran empresa", destacó.

El análisis cuantitativo coincide en gran medida con la percepción que de sí mismas tienen las firmas y recoge que el sector más competitivo es el de la banca que opera en Andalucía. Al otro lado de la balanza está la industria de la confección. Eso sí, hay que tener en cuenta que este análisis mide a todas las empresas por el mismo rasero sea cual sea su actividad y, en algunas, la innovación está más presente que en otras.

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