El PA, el PSOE y Josefa Torres -la ex edil popular que denunció por presunta violación al alcalde de Sierra de Yeguas (Málaga)- desbancaron ayer a Rafael Sánchez del puesto con una moción de censura. El sucesor es Salvador Ortiz (PA), que ya había gobernado el pueblo.
La rocambolesca historia político amorosa de Sierra de Yeguas, un pequeño pueblo de Málaga de 3.400 habitantes, vivió ayer su esperado desenlace. Prosperó la moción de censura contra el alcalde, Rafael Sánchez Lavado (PP) que impulsaron socialistas, andalucistas y la ex concejal popular que denunció al regidor por violación. Ni Rafael Sánchez -suspendido aún cautelarmente de militancia del PP aunque el juez archivó provisionalmente la denuncia de Josefa Torres-, ni los otros cuatro ediles populares que gobernaban con él hasta ahora acudieron al pleno de la votación.
Josefa Torres -con la que el hasta ayer alcalde admitió haber mantenido una relación sentimental durante siete años- votó a favor de sustituirlo, aunque no contará con delegación municipal alguna, ya que explicó a los periodistas que no busca "ningún tipo de interés personal" y sólo lo hace "por el pueblo". Ella, que abandonó el PP hace unos días para apoyar la moción y ahora es no adscrita, reconoció haber recibido presiones por parte de los populares para que no respaldase el cambio de alcalde, especialmente del secretario general de la dirección provincial de esta formación, Francisco Salado. "Cuando vio que no cambiaría mi voto, empezó a hablarme de grandes cantidades que he ingresado en mi cuenta bancaria, que ni mucho menos existen, con el fin de presionarme", aseguró.
El ex alcalde también está convencido de que ella "actúa más por lo económico que por el odio" que le pueda tener. Sánchez Lavado califica a Torres como "tránsfuga" tras haberse dado de baja del PP hace unos días y la culpa de "jugar con los votos de los simpatizantes del partido e irse al bando contrario".
El sucesor, Salvador Ortiz -que obtuvo seis votos- declaró que tomó la decisión de la moción de censura "por el bien del pueblo" ante la situación de "ingobernabilidad" que se vivía en el municipio, donde a los nueve meses de llegar el PP "renunciaron el teniente de alcalde y el tesorero". El nuevo alcalde cree que el anterior equipo de Gobierno "no ha hecho nada para intentar aliviar la situación de crisis" y que "lo primero son los ciudadanos y no gastar dinero en la remodelación de su despacho y un asesor de imagen", en alusión a su predecesor. Denunció que mientras estuvo Sánchez Lavado en el gobierno no se aprobaron liquidaciones de presupuestos ni presentado nuevas cuentas municipales.
La historia, curiosamente, se ha repetido. Esta es la segunda moción de censura que sufre Sánchez y la segunda vez en que Ortiz accede a la Alcaldía a sustituirlo, ya que ambos protagonizaron la misma situación en 2003.
