Francisco Molina en la sede de Acoes Sevilla, ubicada en la parroquia de Nuestra Señora de la Cabeza. / Foto: Carlos Hernández
La ayuda no entiende de fronteras y si no que se lo pregunten a esta asociación que desde 1992 viene ayudando a niños y familias de Honduras en condiciones de extrema necesidad. Acoes funciona gracias a voluntarios como Francisco Molina, que desde hace años trabaja porque no sólo nuestra sociedad sea mejor, sino la de países tan distantes como Honduras. Farmacéutico de profesión, siempre busca el momento para participar en la organización de actividades destinadas a la recaudación de fondos para el país caribeño. Su alto compromiso le ha llevado a viajar hasta Honduras, donde pudo conocer más de cerca la realidad y los proyectos que se están llevando a cabo gracias a Acoes y que lo han hecho estar aún más solidarizado si cabe con esta causa de ayudar a ese país.
¿A qué se dedica Acoes? ¿Dónde os ubicais? Acoes es una asociación que trabaja con voluntarios no sólo en Sevilla sino a nivel de España que tiene como objetivo principal a las personas y a su derecho a acceder a la educación, entendida ésta como una herramienta de transformación social para promover la solidaridad y la justicia. La educación es la clave para que las personas puedan salir de la pobreza y es por eso que Acoes apuesta por la formación para que los hondureños sean dueños de su propio desarrollo. En Sevilla nos ubicamos en la parroquia de Santa María de la Cabeza, en la barriada de San Diego, en uno de los salones que ésta nos ofrece para que podamos desarrollar nuestra actividad.
¿Cómo se puede colaborar con esta asociación? Hay muchas formas de participar en Acoes: apadrinando a un niño hondureño, haciéndose socio colaborador, participando en campañas de recogidas de material que se manda a Honduras, participando en la organización de eventos para recaudar fondos o incluso haciendo donativos de dinero o materiales. Cualquier persona puede aportar cualquier cosa o tiempo que tenga, todo en Acoes es bien recibido y será empleado para ayudar a las personas necesitadas de Honduras.
¿Cómo llegaste hasta Acoes y por qué decides hacer un voluntariado con ellos? Una amiga de mi madre siempre me habló sobre apadrinar a niños pobres de Honduras. Apadriné a mi primer niño con 15 años y cuando cumplí 18 mi intención fue ahorrar dinero para poder ir a conocerlo. Desde el principio me ha movido una motivación personal muy fuerte para realizar este voluntariado, una motivación religiosa pero sobre todo humana, me conmueve mucho que haya personas que no tengan dinero ni para ir al colegio, incluso ni para comer. Es terrible que haya personas que tengan que vivir así y nosotros podemos contribuir a mejorar su calida de vida.
¿En qué consiste tu voluntariado en Acoes? Los voluntarios de esta asociación nos encargamos de las labores de sensibilización, búsqueda de subvenciones y padrinos, además de la organización de actividades, eventos e iniciativas encaminadas a la obtención de fondos para subvencionar los programas que Acoes tiene en Honduras. Entre estas actividades se encuentran la organización de conciertos, festivales benéficos, recogida de ropa, juguetes o materiales escolares e incluso comidas benéficas. Los voluntarios participamos de forma activa en todo el proceso, desde la organización, acondicionamiento, montaje, recogida. Los voluntarios hacemos de todo un poco, siempre teniendo como objetivo la promoción del pueblo hondureño.
¿Recibes algún tipo de remuneración? ¿Te pagan posibles gastos ocasionados? No, uno de los principales valores de Acoes es que todos sus miembros colaboran de forma voluntaria y totalmente altruista. Por tanto nadie en esta asociación percibe dinero por el trabajo que realiza. Los voluntarios entendemos esta tarea como una forma de solidaridad y responsabilidad social. Cuando para realizar nuestra labor tenemos que hacer frente a un gasto la asociación se hace cargo de él. Aunque por lo general los gastos son muy pequeños y los voluntarios los asumen como un donativo. Incluso las personas que ejecutan los proyectos en Honduras tampoco cobran por realizar su labor.
¿Contáis con la ayuda de alguna institución? Hemos pedido alguna que otra ayuda a la Junta de Andalucía, aunque el principal problema con el que nos encontramos es que la asociación no tiene trabajadores contratados. El Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla por ejemplo nos cedió un expositor es una feria de ONG que se llevó a cabo este año, esto nos ha dado mucha difusión y nos ha hecho recaudar fondos de personas que conocieron nuestra asociación. También la Fundación Cajasol ha colaborado con Acoes para el sostenimiento de los proyectos que se están desarrollando en Honduras. Aunque hay que destacar que las principales aportaciones son las que provienen de los socios y colaboradores de Acoes.
¿Qué te aporta este voluntariado? Sobre todo satisfacción, sentirme bien como persona que ayuda a los demás. Sé que no voy a solucionar los problemas del mundo, pero por lo menos aporto mi granito de arena y soy feliz con la ayuda que presto a la sociedad y a la comunidad hondureña. Además he conocido personas maravillosas tanto en España como en Honduras sin las cuales mi vida no sería la misma.
¿Hay alguna relación entre tu profesión y el voluntariado? En este momento no, aunque me gustaría llevar a cabo un proyecto de recogida de medicamentos para enviarlos a Honduras. Hay muchas personas que no tienen acceso a ellos y podríamos ayudar a salvar muchas vidas. Aunque hay que decir que existen muchas complicaciones administrativas para poder llevarlo a cabo.
¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Te ves realizando este voluntariado en unos años? A día de hoy me siento muy feliz con el trabajo que llevo a cabo con el pueblo de Honduras. Me veo en un futuro colaborando con ellos, pero además me veo haciéndolo de una forma aún más activa. Me gustaría tener la posibilidad de viajar de nuevo a Honduras para seguir desarrollando esta labor y continuar conociendo un país que necesita ayuda y que tiene mucho por desarrollar y dar al mundo.
