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La esperanza se llama ADN

En Sevilla ya son 38 familias afectadas por supuestos robos de bebés, aunque no todas han denunciado. Ayer se hicieron pruebas de ADN.

el 10 mar 2011 / 21:41 h.

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Técnicos de Genómica tomaron ayer muestras de ADN de las familias que denuncian que les robaron a sus bebés.

"Mi niño cumple hoy...". Cada 20 de septiembre Gloria recuerda la edad que cumple su hijo, un niño al que nunca vio, pero que asegura lo sintió vivo "durante todo el parto". Ella tiene 67 años y nunca ha olvidado ese fatídico día de 1972. Y, como ella, 38 familias más que ayer se reunieron en Palmete con la esperanza de dar un paso más que les acerque a ese hijo del que nunca supieron nada. Esa esperanza se llama ADN.

Madres, hermanas, hermanos y padres acudieron para que les fuera tomada una muestra biológica de la que extraer el ADN. El perfil genético pasará a formar parte de una base de datos, en la que ya están registradas más de cien personas, entre ellas, hijos que buscan a sus padres biológicos porque saben que fueron comprados. Una tarea que está siendo organizada por la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregularidades que es la que está aglutinando y organizando a las familias. "Si el perfil coincide con otro avisamos a las dos personas y a Anadir", explica Amaya Gorostia, gerente de Genética Forense de Genómica, la empresa que está realizando las pruebas de ADN.

Hasta ahora estas pruebas han permitido el reencuentro entre una chica de Barcelona y sus padres biológicos. "Ellos llegaron pidiendo que comparáramos sus perfiles, porque con los datos que tenían creían que eran sus padres. Dio positivo", relata la médico forense. Este sistema es de una "fiabilidad absoluta", ya que cuando el primer análisis da positivo "se realiza un segundo mucho más exhaustivo".

Por eso a la reunión convocada por Anadir acudieron muchas más familias de las inicialmente previstas y hasta una chica que sospecha que fue robada, que prefirió mantenerse en el anonimato. "Tengo la esperanza de encontrar a mi hermano porque sé que está vivo", explica la hija de Gloria, quien no pudo dejar de llorar durante todo el encuentro. "Ella siempre estuvo convencida de que vive", así que cuando comenzaron a salir en los medios más casos de niños supuestamente robados "decidimos ponernos a investigar. Mis padres nunca vieron al niño. Le dijeron que nació muerto y que traía malformaciones. Luego, ante la insistencia de mi abuelo, les dijeron que había nacido sin piel". Cuando comenzaron a pedir papeles descubrieron que su hermano no consta en el registro del cementerio.

Como ella, Ángeles tampoco pudo ver a su hija. Ella dio a luz en el hospital Virgen del Rocío a mellizos. "Le dijeron al padre que habían nacido con muy buen color, pero que a la niña se la tenían que llevar al Infantil porque tenía dificultades", explica su nuera Marisa. Nunca más supieron de ella. "A mi suegro le enseñaron el cadáver de un bebé más grande envuelto en una sábana, con un color muy oscuro. Él no sabía si era su hija porque no la había visto antes". "A mí siempre me quedó el consuelo de que al menos me llevé a casa a uno", dice Ángeles. Ella siempre tuvo dudas, pero su hijo Ángel fue el que comenzó a buscar a su hermana "porque siento que está viva". De hecho, abrió una página en Facebook para buscar a su hermana y ya han contactado con varias chicas, pero ninguna de ellas ha resultado ser la joven que buscan y que nació el 15 de agosto de 1975. "Hay muchas irregularidades, como dos autopsias distintas fechadas en octubre", indica Marisa.

Ángeles ya ha puesto su caso en manos de la Fiscalía, mientras que Gloria e Isabel lo harán en una nueva demanda conjunta que Anadir presentará en Madrid en breve según Gracia Maqueda, coordinadora de la asociación en Sevilla. El caso de Isabel es diferente al del resto, ya que su hijo estuvo ingresado en 1965 en el hospital de las Cinco Llagas más de un mes, en el que "nunca me dejaron verlo". Fue cuando murió cuando le mostraron a su marido un cadáver, pero "no sabía si era nuestro hijo porque no lo habíamos visto". Isabel siempre se ha preguntado "por qué no me dejaron verlo", pero nunca se había atrevido a denunciar. Ahora sus hijas saben que en el cementerio no consta que su hermano esté allí. Josefa será otra de las madres que se unirá a la segunda denuncia. Ella es de Utrera y durante el parto la durmieron. "Al despertar me dijeron que había muerto, pero nunca me dejaron verlo", dice.

Todos estos casos se unirán a la investigación abierta y por la que ya "están llamando a declarar a las familias, y esto es muy importante porque nos están escuchando", dice Maqueda.

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