Economía

La Eurozona se arma contra el pulso de los especuladores

La intervención de Bruselas y del BCE encabezará la batería de medidas para frenar los ataques que sufre el euro

el 08 may 2010 / 18:32 h.

Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso, ayer de madrugada en Bruselas.

Europa ha aceptado el pulso que los especuladores están dispuestos a echar a la moneda única europea y, en una serie de decisiones sin precedentes, afilan sus armas de defensa.

La cumbre del Eurogrupo celebrada la pasada madrugada en Bruselas marcará un punto de inflexión en la historia de esa divisa después del compromiso en favor de "la estabilidad, la unidad y la integridad" de la zona al que llegaron los dieciséis gobernantes.

En vista de las "circunstancias excepcionales" de los últimos días, con caídas espectaculares de las bolsas y una especulación imparable en el mercado de deuda pública, los miembros de la Zona Euro acordaron la creación inmediata de un "mecanismo europeo de estabilización" que devuelva la calma y proteja a la moneda única.

Hoy se verán. Sin más dilación, los veintisiete ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) celebrarán hoy una reunión extraordinaria en Bruselas para concretar los detalles de ese instrumento multilateral de ayuda.

El Consejo Ecofín, el único que puede adoptar legislación relativa a la Unión Económica y Monetaria, será presidido por la vicepresidenta segunda del Ejecutivo español, Elena Salgado.

La reflexión sobre la necesidad de contar con ese mecanismo comenzó hace semanas, cuando los gobiernos europeos constataron que la grave crisis presupuestaria en Grecia se les iba de las manos. Para salvar de la quiebra a este socio, los otros quince gobiernos y las instituciones comunitarias (Comisión Europea y Banco Central Europeo) tuvieron que improvisar un mecanismo de rescate ad hoc basado en la entrega de préstamos bilaterales coordinados desde Bruselas junto a una aportación significativa del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se ha tratado de un paquete financiero sin precedentes, por 110.000 millones de euros en tres años, para una pequeña economía (apenas un 2% del PIB de la UE), y cuya tramitación ha requerido pese a todo cinco meses de difíciles negociaciones.

Los mercados se dieron cuenta enseguida de las enormes dificultades que tendrían los europeos si una economía más grande que la griega, léase la española o la italiana, entraba en dificultades para reembolsar su deuda. Bruselas iba a presentar el próximo miércoles su propuesta de mecanismo de asistencia para ese hipotético escenario, pero el huracán que ha barrido esta semana los mercados internacionales y el sistema bancario europeo ha aconsejado acelerar el proceso.

La crisis de la deuda griega empieza a contagiarse a otros países del sur de Europa, que ven cómo se dispara el tipo de interés que tienen que ofrecer a los inversores para colocar sus emisiones de bonos y obligaciones. Sin una intervención rotunda e inmediata, que corte las ventas masivas de bonos, lo que peligra además es el sistema bancario europeo en su conjunto, porque es el que acumula más deuda de estos países.

Un BCE decisivo. Aunque no han trascendido detalles sobre la intervención que hoy se propondrán al Ecofín, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, subrayaron que se recurrirá a "todos los medios" imaginables. Los Veintisiete podrían autorizar a Bruselas a hacer uso dentro de la Eurozona de la facilidad financiera para la balanza de pagos que ahora se reserva exclusivamente a los socios europeos no miembros del euro.

Así, la Comisión, que goza en nombre de la UE de la máxima calificación crediticia (AAA), puede obtener préstamos en los mercados internacionales a un tipo de interés muy ventajoso que luego traslada al Estado con dificultades.La declaración de la cumbre del Eurogrupo afirma que todas las instituciones de la zona -Consejo, Comisión y Banco Central Europeo-, así como cada uno de sus estados miembros harán uso de "todos los medios a su alcance" para evitar el colapso del sistema.

Todos los líderes coincidieron en que la crisis ya no es sólo griega, sino que se ha convertido en un peligro "sistémico". El Banco Central Europeo podría decidir una inyección masiva de liquidez a corto plazo y bajo precio y comprar deuda soberana en el mercado secundario, convirtiéndose de esta forma en garante de emergencia de esos títulos que están debilitando a los bancos.

Hablan los sabios. El grupo de sabios para el futuro de la Unión Europea, dirigido por el ex presidente del Gobierno español Felipe González, llamó ayer a los Veintisiete a adoptar rápidamente cambios y reformas que permitan a Europa mantener una posición fuerte en el mundo.

"Todos los miembros coincidimos en que los europeos nos encontramos en un punto crítico de nuestra historia". Llaman a las reformas financieras y del mercado de trabajo, a retrasar la edad de jubilación y a atraer a inmigrantes cualificados y defienden la ampliación de la UE a nuevos países, como Turquía, y la energía nuclear para atender el alza de la demanda. González criticó la tardanza en la ayuda griega.

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