El candidato del ex guerrillero FMLN, Mauricio Funes, se proclamó vencedor de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en El Salvador. Su único rival, Rodrigo Ávila, admitió su derrota al frente de la formación conservadora Arena, que gobernaba el país desde 1989
El candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) logró el 51,27 % de los votos, según anunció el Tribunal Supremo Electoral en su último informe de la jornada electoral. Walter Araujo, presidente del citado órgano, precisó que Funes consiguió 1.231.755 votos frente a los 1.170.780 (48,73%) de la conservadora Alianza Nacionalista Republicana. "Declaramos misión cumplida", aseguró Araujo, al anunciar el resultado de las elecciones, que se basó en 2.402.536 sufragios válidos.
Diecisiete años después de firmar los acuerdos de paz con el Gobierno de Arena, presidido por Alfredo Cristiani, la ex guerrilla del FMLN logró lo que no hizo por las armas y llegó al poder gracias al voto de los salvadoreños.
Funes, un periodista que supo capitalizar su popularidad, se convertirá en el primer presidente de izquierda en El Salvador, en un momento que él mismo recordó que es de crisis mundial. "El régimen económico establecido por la Constitución de la República, la propiedad privada y la seguridad jurídica tendrán el mayor respeto y serán objeto de atención especial", anunció Funes en un discurso que pronunció ante sus simpatizantes en un hotel capitalino.
Jaleado por los gritos de "Sí se pudo", Funes, quien se suma a la lista de gobiernos de izquierda de Latinoamérica, anticipó que una de sus prioridades será su relación con Washington y "una política exterior independiente basada en la protección y el fomento de los intereses nacionales". "La integración centroamericana y el fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos serán aspectos prioritarios en nuestra agenda de política exterior", sostuvo. Así, indicó que trabajará por construir "una economía dinámica eficiente y competitiva", y que, además, promoverá "una amplia base empresarial".
Por su parte, Ávila admitió su derrota en los comicios al tiempo que anticipó un oposición "constructiva". "Quiero reconocerle a Mauricio Funes del FMLN que en esta lucha cerrada el margen de diferencia le ha dado la ventaja y le pido a Dios, le he pedido a Dios, que así como le ha dado sabiduría al pueblo salvadoreño se la dé también a su partido", añadió, mientras su seguidores arengaban "patria sí, comunismo no". Ávila aseguró que su partido "ya ha estado en la oposición". "Hemos sido y seremos una oposición constructiva", resaltó y se comprometió a aceptar cualquier resultado.
