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La familia asesinada no denunció al parricida por malos tratos

El joven tenía antecedentes por un delito de resistencia en 2003 y denuncias por desapariciones esporádicas. Los familiares de las víctimas quieren enterrarles en su pueblo natal de Ávila.

el 02 mar 2013 / 12:59 h.

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El domicilio familiar, donde fueron hallados los tres cuerpos, está precintado por la Policía.

Luis Briz, el vecino de Dos Hermanas de 34 años, que esta mañana de domingo ha pasado a disposición judicial y que ha confesado ser el autor de la muerte de sus padres y de su hermana en el domicilio familiar el pasado jueves, tenía antecedentes policiales al contar con una detención en 2003 por un delito de resistencia y cinco señalamientos como "persona enajenada desaparecida", a raíz de distintas denuncias familiares por su desaparición esporádica del domicilio, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional.

Pero no tenía ninguna denuncia por malos tratos a su familia, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), a pesar de que el testimonio de los vecinos de la calle en la que vivían coincide en que todas las semanas se producían discusiones y altercados en el domicilio porque Luis era una persona "muy violenta", con lo que la presencia de la Policía y de ambulancias era constante.

Pese a ello, el concejal de Movilidad y Prevención del Ayuntamiento nazareno, Antonio Morán, responsable de la Policía Local, no pudo precisar cuántas veces habían acudido los agentes a las llamadas de la familia o vecinos.

La mañana del mismo día en el que presuntamente Luis acabó con la vida de sus padres y de su hermana, una vecina se cruzó con la madre, Ángela, que salía de la casa corriendo y gritando "que me vas a matar, que me vas a matar", contó ayer Manuel, otro vecino. "Pero ella pensó que se trataba de una discusión con el marido". Esa misma mañana, la del jueves pasado, Luis se dirigió a un bar a tomar un café y, mientras estuvo allí como era habitual hablaba solo sin dirigirse a nadie. "Decía: Nada, que me los tengo que cargar, hoy mismo me los cargo", según el relato de la camarera.

Esos mensajes estremecedores no eran algo fuera de lo habitual para los vecinos, a los que no les ha sorprendido el trágico desenlace. Hace ahora justo una semana, Manuel regresaba de ver el fútbol en un bar. Era algo más tarde de las once de la noche y se lo cruzó en su calle. "Iba diciendo que los tenía que degollar. Yo no me paré y seguí adelante".

Era frecuente que, al toparse con Luis por el barrio, los vecinos le escuchasen hablando para sí en voz alta y diciendo cosas como "te voy a matar, te voy a cortar el cuello", aunque admiten que nunca tuvo un enfrentamiento directo con ninguno de ellos. El vecindario recuerda a la familia como "muy independiente, muy suya", que no tenía apenas trato con los vecinos, por lo que tampoco sabían cuál era la relación de los padres y la hermana con el hijo de puertas para adentro.

Sin embargo, los parientes del matrimonio Briz-Torrico no tenían noticia de los trastornos mentales que tenía Luis, según relató a este periódico Trinidad, la mujer de Gervasio, el único hermano de Ángela, que ayer llegó a Sevilla acompañado de su hijo.

"Todo esto ha sido muy duro", explicaba desde Móstoles, donde residen, y desde donde contaba que las familias se mantenían en contacto, sobre todo telefónico, aunque todos los veranos siempre coincidían en el municipio de donde eran naturales la pareja fallecida y su hija Inmaculada, Santa María de Berrocal, en la provincia de Ávila. Y es que el matrimonio se trasladó a Dos Hermanas hace ya más de tres décadas, cuando Inmaculada contaba con pocos años de edad.

"La última vez que hablamos fue en Navidades", recordaba Trinidad, muy impresionada por los acontecimientos, y a la espera de conocer más detalles, puesto que la Policía los contactó en la noche del viernes pero no les dieron mucha más información.

Por parte de Donato, el padre de familia asesinado, se trasladó hasta Sevilla una de sus dos hermanas, que vive en el municipio de Béjar (Salamanca) y que llegó arropada por una hija.

A media tarde de ayer los familiares se desplazaron hasta el Instituto de Medicina Legal de Sevilla, ubicado en el tanatorio de San Jerónimo, para concretar con la funeraria los detalles para hacerse cargo de los cuerpos y darles sepultura.

Fuentes cercanas al caso y de la familia precisaron que la intención es trasladarlos, una vez que la jueza así lo autorice, a Santa María de Berrocal (Ávila), ya que el matrimonio no contaba con más familiares ni en Dos Hermanas ni en la provincia de Sevilla.

El presunto parricida permanece desde la noche del viernes en el depósito carcelario de la Comisaría de Dos Hermanas, donde la Policía le ha tomado declaración antes de pasar a disposición judicial, algo que, según fuentes judiciales, podría retrasarse hasta mañana, agotando así el plazo de 72 horas con el que cuenta y que se cumple a las 20.00 horas de este lunes.

Sin embargo, en la tarde de ayer la Policía Nacional condujo al presunto parricida de nuevo hasta el domicilio familiar. Llegó esposado y en un coche policial, del que los agentes sacaron cajas para recopilar pruebas, con la intención de reconstruir la secuencia de los hechos, según apuntaron los vecinos, que de nuevo se vieron sorprendidos por otro despliegue policial en torno a la casa que, desde la medianoche de ayer permanecía precintada tras el levantamiento de los cadáveres.

La jueza del Juzgado número 3 del municipio nazareno, encargado del caso y que ha decretado el secreto de las actuaciones, está a la espera del resultado de las autopsias que, durante la jornada de ayer, se les practicaron a los cuerpos de Donato Briz, de 65 años, su mujer, Ángela Torrico, de 64, y a la hermana del presunto asesino, Inmaculada, de 36 años, abogada que trabajaba de procuradora en el turno de oficio en los juzgados de Dos Hermanas. La joven estaba soltera, no tenía hijos y residía con sus padres en el número 10 de la calle San José, una zona céntrica de la ciudad, según los datos de María Ángeles Muñoz, presidenta del Colegio de Procuradores de Sevilla.

La autopsia será fundamental para determinar, entre otras cuestiones, la hora exacta de la muerte. Y es que, según fuentes del caso, el triple asesinato, cometido con un arma blanca, podría haberse perpetrado durante la jornada del jueves aunque no fue hasta un día más tarde cuando Luis se presentó de forma voluntaria ante de los juzgados para confesar la autoría de los crímenes. Y lo hizo con estas palabras: "Mis padres están de cuerpo presente", según el TSJA. Entonces, la Policía se presentó en la casa familiar y se encontró con una escena dantesca. Luis acudió al juzgado, relataron fuentes vecinales, tras asesinarlos presuntamente con un cuchillo de madrugada mientras dormían -lo que explicaría que nadie oyese nada-, bajó los cadáveres a la planta baja desde las habitaciones, que estaban arriba, y los colocó en el salón cubriéndolos con una manta. Algunos vecinos relataban que tenía tan premeditado el crimen, que hasta había comprado tres coronas de flores en una floristería de la localidad.
Servicios sociales

Desde el Ayuntamiento nazareno, su concejal de Bienestar Social, Lourdes Esther López, explicó que el consistorio "no tiene constancia" de que la familia Briz-Torrico fuera usuaria de los servicios sociales municipales, y que así lo había constatado con los trabajadores sociales. Por contra, destacó que se trataba de una familia "normalizada", conocida en el barrio por los negocios que tenían, primero de venta de ropa y después relacionado con la construcción, y con un nivel económico medio-alto, según precisó el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que abundó en que el detenido cuenta con un coeficiente intelectual elevado, por encima de la media, ya que tiene dos titulaciones universitarias. Además, había solicitado realizar unos estudios de posgrado en la Universidad Pablo de Olavide.

Ni el Ayuntamiento ni el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aportaron datos sobre un eventual internamiento de Luis en algún centro ni si estaba siendo sometido a algún tratamiento, anteponiendo la privacidad del paciente. Y es que, como explicaron los vecinos, habían vuelto a verlo en Navidades tras un tiempo sin tener noticias. "Apareció de pronto en diciembre con una melena larga. Al parecer, se había independizado en un piso del padre, en la avenida de Andalucía".


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