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La fusión de la Rural del Sur y la de Córdoba, operativa en enero

La entidad tendrá sede social en Sevilla, contará con 375 sucursales, 1.083 trabajadores y casi 149.000 socios.

el 17 ago 2013 / 23:00 h.

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Sevilla 14 08 2013: Caja RuralFOTO:J.M.PAISANODentro de las finanzas españolas, el de las cooperativas de crédito es caso aparte. Aunque sufren los estragos de la crisis económica con una bajada de los beneficios, su tradicional apego al campo y su huida del ladrillo en los años del boom inmobiliario han hecho que aguanten con fortaleza y su recorte de red comercial y plantilla sea inferior al de la banca. Es el caso de la sevillana Rural del Sur, que mantiene el número de oficinas y apenas varía a la baja el de trabajadores, frente al generalizado tijeretazo en las entidades financieras, que tiene una especial virulencia en aquellas forjadas a partir de las antiguas cajas de ahorros. Y sin tanto ruido, avanza en la fusión con Caja Rural de Córdoba, tras el adiós voluntario de la de Extremadura, a pesar de la confluencia de territorios estratégicos para el agro.

Menos de dos años ha durado la aventura financiera del Grupo Ibérico –los contratos se firmaron en el mes de junio de 2011 y la autorización del SIP, o fusión parcial, por parte del Banco de España llegó en octubre– después de que la Caja Rural de Extremadura anunciara su adiós –aún no se ha materializado– ante su negativa a progresar en una fusión plena según el plan de negocios diseñado por la sevillana y sí aceptado, en cambio, por la cordobesa.

El presidente de la Rural del Sur, José Luis García Palacios, no pondrá impedimento alguno a tal marcha, y ello pese a que el SIP establece una relación mínima de diez años que, en caso de incumplimiento, conllevaría una penalización a pagar por quien pide el divorcio. Pero no se ha querido echar más leña al fuego, sobre todo después de las salidas de tono del presidente de la comunidad extremeña, José Antonio Monago, que llegó a comentar que no se sometería a los “conquistadores” de Sevilla.

“Les deseo [a la Rural de Extremadura] los mejores parabienes en el camino que ellos, por voluntad propia, han adoptado”, replica García Palacios, quien, en alusión a Monago, lamenta unas declaraciones que revelan, a su juicio, la falta de independencia de la caja extremeña, haciendo –agrega– un flaco favor al conjunto del sector financiero. “No deberían primar los criterios políticos sobre los económicos. El nuestro es un modelo tradicional, gobernado fundamentalmente por agricultores, cooperativas y asociaciones agrarias”, sentencia.

De la unión de la Rural del Sur y la de Córdoba, que quedará aprobada en septiembre mediante una absorción de la segunda por la primera, surgirá un grupo con sede social en Sevilla que tendrá 375 oficinas (94 de la cordobesa), un volumen de créditos de 4.681 millones de euros (702 millones de la absorbida) y una cartera de depósitos de 4.439 millones (954 de la cordobesa). Sus activos totales: 6.316 millones (1.200 de la novia). El beneficio estimado: 10 millones (casi 3 procedentes de Córdoba). Y la plantilla: 1.083 personas (223 trabajan en la cordobesa).

Más números. 37.811 son los socios de la Caja Rural de Córdoba y 111.063 de la sevillana, de ahí que los cooperativistas del nuevo grupo sumarán 148.874. Para hacerse una idea, sirva como referencia que los accionistas andaluces de Caixabank son 97.500 –sobre una cifra aproximada de 750.000–. Una gran masa social, muy estable y muy vinculada al campo, para una integración que se prevé operativa con el arranque de 2014.

A 31 de diciembre pasado, según consta en su auditoría, la Rural del Sur tenía 860 trabajadores, sólo 21 menos (el 2,4 por ciento) respecto a 2012, mientras que el número de oficinas era de 282, tras cerrar sólo una. Sevilla (con 142), Huelva (83), Cádiz (43), Málaga (12) y Badajoz y Madrid (una cada una) conforman su mercado, aunque en breve se ampliará con la prevista absorción de la Rural de Córdoba y tras malograrse el Sistema Institucional de Protección (SIP o fusión fría, donde se aglutinan balances pero no es una integración plena) denominado Grupo Ibérico, por la espantada de la Rural de Extremadura al negarse a consumar el matrimonio con esas dos cajas andaluzas.

Si bien el beneficio neto de la entidad que preside José Luis García Palacios se redujo el 38,07 por ciento en 2012, hasta 7,1 millones de euros, en la cuenta de resultados destacó el crecimiento del negocio bancario típico –el margen de intereses pasó de 83 a 91,55 millones y el margen bruto, de 122,1 a 144,33 millones–, pero en la parte final de la tabla se tuvo que apuntar 51,72 millones de pérdidas por deterioro de activos, el doble que un año antes, por los créditos impagados o aquéllos con riesgo de no ser finalmente recuperados, para los que tuvo por ley que engordar las reservas como colchón de salvaguarda.

3.979,63 millones de euros contabilizaba su cartera crediticia, o volumen de préstamos otorgado a la clientela, y si bien hubo recorte, del 1,8 por ciento anual, nada que ver con el cierre del grifo que se adueña del conjunto de la banca española. Los depósitos, o dinero confiado por los clientes, se situaron en 3.485,44 millones, un 1,13 por ciento por debajo de 2012.

De los créditos totales, 209,68 millones (5,26 por ciento) estaban destinados a la construcción y promoción inmobiliarias, en torno a 50 millones menos que a 31 de diciembre de 2012. Dentro de Grupo Ibérico, a final del ejercicio pasado, constituyó con las rurales de Córdoba y Extremadura una sociedad conjunta para desprenderse de activos del ladrillo, aportando la sevillana inmuebles y suelos por 26,73 millones en valor contable (inferior al de mercado).

Precisamente el impago de un crédito hizo que la caja asumiera la sociedad agrícola onubense Rural Fruit, la única participación empresarial de la que dispone –nunca ha sido política de la casa entrar en el accionariado de compañías– y que se encuentra a la venta –consta con valor contable de 7,6 millones–.

La Rural del Sur, asimismo, participa en las rurales de Córdoba y de Jaén –con 4,34 y 4,65 millones de euros de valor contable, respectivamente– y, en menor medida, en la Nueva Caja Rural de Aragón (0,6 millones).

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