Las investigaciones de la Guardia Civil desvelan que Juana Orta, la líder vecinal detenida en Huelva por colaborar supuestamente en el intento de fuga de dos etarras, tiene una "total sintonía" con el entorno abertzale, "asiste, ayuda y aloja" a personas del entorno de ETA y se negó a declarar, como las personas "adoctrinadas" por la banda.
El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez (PP) la calificó como una persona con una "gran valía humana", "una mujer noble que ha tenido muchos gestos humanitarios", pero no es así como pinta la Guardia Civil a Juana Orta, la onubense detenida el domingo por colaborar supuestamente con los etarras que planeaban la fuga de dos terroristas -entre ellos, el encargado de atentar contra el Rey-. Según un estudio de la unidad que investiga el intento de evasión, al que ha tenido acceso este periódico, Orta es una de esas personas que se mueven alrededor del "núcleo" terrorista y que sirven como "elementos de transmisión de comunicaciones", una persona que no está "quemada" y, por tanto, no levanta sospechas.
Las indagaciones de la Benemérita sobre esta líder vecinal y ecologista "ponen de manifiesto no sólo su disposición, sino su total sintonía con el entorno radical abertzale, y la afinidad con sus fines". Sostienen los agentes que este hecho queda "sobradamente documentado" con la observación de su actividad diaria, en la que se ve que "asiste, ayuda y aloja" a "numerosos" miembros de la izquierda radical abertzale que se desplazaban a Huelva a visitar a presos de la banda. Son "especialmente llamativos", añade el documento, los "encuentros y contactos" con Ana Paz Cinos, compañera sentimental de Jorge García Sertucha, Patas, etarra al que visitaba en Huelva y ambos detenidos en la operación desplegada el pasado fin de semana.
El informe añade que Orta no ha colaborado en la investigación, pues se negó a declarar, una actitud "que responde al conocido patrón de actuación de personas adoctrinadas" por el entorno etarra, "siendo nula su colaboración y negativa su actitud hacia los agentes de la Guardia Civil".
Además de la implicación de Orta, el documento sostiene que no hay "ninguna duda" de que el intento de fuga era real, que se quería sacar a dos etarras con un helicóptero, coaccionando al piloto y acudiendo a la prisión de Huelva cuando los terroristas estuvieran en el patio. De ahí, a Portugal. "ETA disponía y dispone del material necesario para ayudarse en la evasión (...): infraestructura, dinero, armas, documentación falsa, información, vehículos y material de rescate", añade.
El primer intento de fuga fue en verano de 2007, el segundo en verano de 2008 -ambos se frustaron por la detención de sus cabecillas- y el tercero estaba planificado para este verano. ¿Por qué siempre en las mismas fechas? "La coincidencia responde, sin duda, a que en la época estival existe una mayor concentración de elementos aéreos, y en concreto de helicópteros, desplegados en territorio nacional (...) lo que facilita las posibilidades de adquisición", o sea, es un momento ideal para robar un helicóptero sin llamar demasiado la atención. La diligencia puntualiza que ahora queda mucho trabajo, por ejemplo, para el "análisis, estudio y cotejo" del material precintado que los especialistas en lucha antiterrorista se llevaron de casa de Orta, en la onubense barriada de El Rocío.
Por otro lado, tras las palabras del alcalde de Huelva en reconocimiento de Orta, la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo pidió ayer a Rodríguez que "rectifique" y "deje de interferir en la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
