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La historia prohíbe relajarse al Betis

No es habitual que un líder con una ventaja tan amplia no ascienda a Primera, pero hay ejemplos igual o peores de equipos que fracasaron tras tenerlo medio hecho.

el 03 ene 2011 / 21:58 h.

Los jugadores del Betis celebran un gol ante el Xerez.
El Betis ya es el líder con más puntos de la historia de la Segunda División, con un espectacular registro de 42 puntos en 18 jornadas, y su ventaja sobre el tercer clasificado, que es la referencia este año, se eleva a ocho puntos. Abundan los motivos para que los béticos se sientan satisfechos, pero Pepe Mel tiene mucha razón cuando recuerda que la temporada ni siquiera va por la mitad. Se han disputado 18 jornadas, así que faltan otras 24. Es decir, 72 puntos. Una eternidad, vamos. Y aunque no es habitual que un conjunto tan sólido con una renta tan amplia acabe no subiendo a Primera, Mel tiene a su alcance suficientes ejemplos para convencer a sus hombres de que el ascenso aún se les puede escapar.

El precedente más parecido y apropiado para no dejarse dominar por la euforia o la relajación es el Xerez de la 2005-06. A estas alturas de la temporada, tras la 18ª jornada, el conjunto que entrenaba Lucas Alcaraz era líder con 38 puntos y aventajaba en nueve al cuarto, el Levante. Subían los tres primeros. Dos jornadas después, el equipo azulino estaba mejor incluso, con once puntos más que el cuarto, entonces el Almería. Y sin embargo no ascendió. Tras alcanzar ese techo, el Xerez se desmoronó de una manera incomprensible y en siete jornadas apenas consiguió 4 de 21 puntos. Ya no se recuperó de aquella macrocrisis y terminó la Liga en la séptima plaza.

Otro Xerez, curiosamente el que presidía Luis Oliver, también es un magnífico ejemplo para aquellos que se sientan inclinados a dar el ascenso por hecho. La campaña era la 2001-02 y el equipo de Chapín ya parecía equipo de Primera cuando la segunda vuelta estaba bastante avanzada. Tras la jornada 31ª, el conjunto de Bernd Schuster era segundo (el Atlético de Madrid estaba imposible) con 56 puntos, seis más que el tercero y siete más que el cuarto. Cuando acabó el campeonato, once partidos más tarde, el Xerez sólo había sumado otros diez puntos y aparecía en la cuarta plaza. Es decir, fuera del ascenso.

Más tajante si cabe es el caso del Sporting en la 2003-04. En la jornada 28ª, a catorce del final, era líder y con un colchón de lo más cómodo, diez puntos sobre el cuarto, el Getafe. Sin embargo, se dejó coger, y de qué manera. El conjunto gijonés terminó quinto, a nueve puntos del campeón (Levante) y a seis del Getafe, segundo, y el Numancia, tercero. En otras palabras, el Sporting sumó 16 puntos menos que el Getafe en esa recta final.

De todas formas, en condiciones normales, disfrutar de una ventaja de ocho puntos a estas alturas suele equivaler a ascenso. Hasta lo logró el Salamanca en la 99-00, aunque fuese por los pelos: tras la jornada 18ª estaba mejor incluso que el Betis, líder y con once puntos sobre el primer equipo fuera del ascenso; luego lo hizo muy mal, pero subió, sí, aunque como cuarto. El Numancia de la 07-08 era líder con ocho puntos más que el cuarto a estas alturas, como el Betis, y ascendió como campeón. Y también lo logró el Hércules en la 95-96: en la jornada 18ª gozaba de un margen de diez puntos y nadie lo movió del liderato.

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