Economía

La Junta completa el ‘gran hermano’ agrario tras cruzar los datos del Sigpac y el catastro

La Consejería de Agricultura concluye este semestre la unificación cartográfica entre la información de las parcelas y la existente en los catastros de los 771 municipios andaluces.

el 25 ago 2014 / 10:00 h.

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Estamos vigilados. Cualquier cambio que se haya realizado en una parcela se controla, se fotografía, se digitaliza, se convierte en una prueba para pedir ayudas agrarias pero también para instar a su devolución. Y cada vez es más sofisticado porque se cruzan más y más datos y fuentes. Es el Sigpac, una especie de gran hermano del campo. El Sigpac permite hasta contar los números de árboles que hay en cada parcela a través del visor disponible en la web de la Consejería de Agricultura. / JESÚS BARRERA El Sigpac permite hasta contar los árboles que hay en una parcela con el visor disponible en la web. / JESÚS BARRERA La Consejería de Agricultura y Pesca prevé a lo largo de este semestre completar la «convergencia» entre el propio Sistema de Información Geográfica de Identificación de Parcelas Agrícolas (Sigpac), elaborado a partir de decenas de miles de ortofotos (fotografías aéreas con tratamiento cartográfico), con el catastro de todos y cada uno de los municipios andaluces. Y esto es lo más de lo más: a ver quién trata de escabullirse… Para que se entienda: se cotejan las informaciones procedentes de ambas fuentes y se crea una sola capa o una cartografía unificada. Esto es lo que tienes (la parcela con su número exacto de hectáreas, latitud y longitud, cifra de árboles y de qué, tipos de cultivos, canales, construcciones, etcétera) y esto es lo que dices tener en el catastro y por ello pagas los correspondientes tributos (entre ellos el Impuesto de Bienes Inmuebles, o IBI rústico). Arduo trabajo durante los cinco últimos años. La comprobación se ha realizado ya para 682 municipios andaluces (en 2013 fueron 161) y la previsión es culminar tal confluencia entre Sigpac y catastro antes de que finalice 2014. Quedaban muy pocos, 89 (Sevilla, Málaga, Granada y Cádiz absorbían la mayor parte de las localidades pendientes), así que pan comido. «La previsión: que durante 2014 se pueda afrontar la tarea de finalizar la convergencia de los municipios de Andalucía y continuar con los trabajos de mantenimiento. Éstos consisten en actualizar en el Sigpac todos aquellos cambios que, tras la convergencia del municipio, se hayan podido producir en el mismo y estén ya registrados en catastro». ¿Qué nos están diciendo desde la Consejería de Agricultura? Que esta muy precisa herramienta informática, a disposición en la web del departamento de Elena Víboras, está viva, en constante evolución, puesto que tampoco están muertas las fincas: se amplían, se reducen, rotan los cultivos, se arrancan árboles y se plantan otros, etcétera. Y tan viva que hace apenas una semana registró una información adicional para que todos los ganaderos andaluces de cerdo ibérico comprueben, a tenor de esa confrontación de datos del Sigpac y el catastro, cuántas hectáreas exactas, con las centésimas incluidas, poseen sus dehesas. El motivo: la nueva norma estatal de calidad, que vincula el animal de bellota con una extensión mínima de tierras. Para que después no puedan aducir ante la administración: es que yo creía que poseía 1,25 hectáreas… pues no, tiene usted 0,8 y esta extensión no vale para calificar como de bellota su cerdo. En concreto, la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico, aprobada en enero pasado, dispone que aquellos ganaderos que quieran acogerse a ella deben identificar las parcelas y recintos utilizados para la alimentación de animales cuyos productos frescos o derivados cárnicos vayan a comercializarse con arreglo a la mención de bellota –la de mayor calidad y, por tanto, la más cara–. Por este motivo, según explican en la Consejería, se ha habilitado en Sigpac «la información correspondiente a la carga ganadera máxima admisible de las parcelas y recintos potencialmente aptos para su utilización para el engorde de animales de bellota, conforme a las designaciones establecidas en el Real Decreto». La carga equivale a un cerdo por cada 1,25 hectáreas de dehesa. Si no se llega, el Sigpac canta... No sólo este tipo de novedades legislativas conllevan actualizaciones constantes en este chivato del campo. Las tecnologías y los registros no son precisamente infalibles, de ahí la presentación de alegaciones por parte de los agricultores y ganaderos que, en caso de ser tenidas en cuenta, se incorporan a este complejo sistema de información, cuya implantación impuso la Comisión Europea para controlar los fraudes. No en vano, en el plazo habilitado el año pasado para proceder a cambios –en ese periodo las organizaciones agrarias están a tope de trabajo, siendo uno de sus principales quebraderos de cabeza– se elevaron a la Consejería 6.970 reclamaciones –se rechazaron 514–. Y para hacerse una idea de la complejidad: hubo que realizar casi 28.500 cambios o precisiones. El plazo para alegar este año finalizó en junio. EN DETALLE El Sigpac guarda tanto información propia como información integrada y complementaria relacionada con las parcelas y sus territorios. Los datos disponibles se muestran a través del Visor Sigpac, que la publica en modo de capas. Para cada una de las capas se pueden consultar sus datos (llamados atributos) así como emitir informes que nos relacionen y muestren cifras calculadas (superficie, usos, sistema de explotación, pendiente media, pastos, distancias, etcétera). El visor es una aplicación web que permite obtener información gráfica y alfanumérica de las parcelas agroganaderas de Andalucía. El Sigpac es el sistema identificativo utilizado como referencia para todas aquellas superficies acogidas a las ayudas agrarias de la Unión Europea. Por tanto, además de ofrecer esa información precisa, es una forma de controlar que los detalles aportados en las solicitudes se ajustan a la realidad.

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