El plan Juncker, ese fondo que pondrá a disposición la UniónEuropea para reactivar la inversión, quiere ser utilizado por la Junta de Andalucía para rescatar del ostracismo al tranvía de Dos Hermanas, encallado desde 2011 al igual que el de Alcalá de Guadaíra, pero que goza de menor ruido mediático por una lógica aplastante: no estar en un alto grado de ejecución como el proyecto alcalareño.La reactivación se suma a la extensísima carta a Bruselas que enviará el Ejecutivo andaluz con 669 proyectos por valor de 13.225 millones y en el que no falta ni una solo de los macroproyectos olvidados de Sevilla y su provincia. Y eso sin diferenciar si es competencia de la Junta o el Estado. Del primero, además del tranvía nazareno, está el de Alcalá, la reconversión en autovía de la A-392 (Alcalá-Dos Hermanas), la Ciudad de la Justicia y otras sedes judiciales de la provincia o la construcción de hospitales y centros de salud. De actuaciones del Estado, recogió todo aquello que, año tras año, pasa de largo en los PGE: la rehabilitación del Museo Arqueológico, la ampliación del Bellas Artes, la culminación del tercer carril de la A-49 y, como colofón, la financiación de la macroobra de los túneles de la SE-40 a su paso por el Guadalquivir.
La realidad es que, de los más novedosos, figura recuperar el tranvía de Dos Hermanas, que la propia presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, situó como de los proyectos prioritarios en materia de movilidad. La petición a la UE vía Gobierno español no deja lugar a dudas de ese deseo de contar, en el plazo de tres años, con los fondos no sólo para retomar la obra, sino para finalizarla, después de que en abril de 2011 se viera paralizada cuando se encontraba al 50% de su ejecución. Los datos ofrecidos ayer muestran la envergadura de esta obra y, por ende, la petición trasladada:113,7 millones de euros solicitados para destinarlos a la conexión tranviaria con el Metro. Meno cuantía es la que se recoge para el tranvía de Alcalá de Guadaíra, fruto a su grado de ejecución, que ronda el 80%. El informe que facilitó la Consejería de Presidencia recoge una solicitud de 16,4 millones que, sumado a los cuatro millones que se van a incorporar en los presupuestos de la Junta para 2015, serviría para poner fin a la obra civil. Otro cantar es su futura puesta en servicio, que requiere de un montante mayor según los informes.
Tras la ristra de peticiones, toca saber si tendrán acogida en el denominado Plan Juncker, que no es como anteriores planes europeos de inversiones. Y, aunque no están fijado los criterios, lo poco que se sabe no choca con proyectos como los del tranvia. Bruselas no aceptará «manzanas podridas», es decir, obras inacabadas como es el caso y, mucho más importante, no es dinero a coste cero: se tiene que devolver y con intereses.
