Cofradías

La Madrugá doblegó a la lluvia

el 06 abr 2012 / 07:54 h.

La lluvia que arrancó sin piedad de los programas de mano la nómina del Jueves Santo ha dado el respiro necesario para que Sevilla disfrute de su noche más hermosa. Y tuvo que ser en la Basílica de la Macarena, casa de la Esperanza, donde esa espiral de desilusiones en que se había sumido la noche marcase el punto de inflexión necesario para que empezara a renacer la Madrugá.

Los pronósticos auguraban que hasta las diez de la mañana la probabilidad de lluvias aisladas era sólo del 20%, incrementándose a partir de ese momento, un riesgo que decidieron asumir las seis cofradías de la jornada desafiando, eso sí, una noche desagradablemente gélida que ahuyentó de las calles a muchos, muchísimos sevillanos.

La Madrugá se abría en Sevilla a las 0.15 horas, momento en que la argéntea Cruz de Guía de la Macarena pisaba el atrio. Testigos de cuanto allí sucedió, desde uno de los balcones de la casa de hermandad, fueron el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, si bien el arzobispo auxiliar de Sevilla, Santiago Gómez Sierra, prefirió vivir la experiencia a pie de Basílica. Antonio Santiago recuerda a Miguel Loreto en la salida del misterio del Señor de la Sentencia, cuyos andares han ganado en perfección lo que han perdido en capacidad de sorpresa.

Una de las cumbres emocionales de esta Madrugá se vivió con la entrada en Campana de la Macarena, cuando el palio de la dolorosa de San Gil recibía desde las azoteas del edificio de Ocaso la primera de las macropetaladas organizadas a lo largo de su recorrido por más de 200 devotos de todo el mundo que reunieron sus donativos a través de internet.

Y si los nazarenos de merino son los que abren la Madrugá, el ruán de los de San Antonio Abad es el que inaugura los desfiles procesionales en la Carrera Oficial. Asaeteado por miles de flashes, la calle Alfonso XII se ilumina por momentos allá por donde avanza el paso del Dulcísimo Nazareno. De una finca de Santa Eufemia llegó este año el azahar que exornó el paso de la Virgen de la Concepción, una tradición de la que este año se cumple un siglo.

Coincidiendo con la campanada de las 1.30 horas en el reloj de San Lorenzo, el Señor del Gran Poder pisa el suelo de Sevilla. El retablo portátil que talló Ruiz Gijón para este Nazareno oscurece sus renacidos brillos para hacerse otra vez invisible. Sólo hay ojos para Él, para su portentosa zancada, para su andar humanizado. Nada más salir, los dos pasos de la antigua cofradía del Traspaso se giran hacia la que fue su casa, una parroquia de San Lorenzo que permanece abierta de par en par.

En el interior de la parroquia de la Magdalena resuenan los ecos del Christus factus est mientras el cortejo de El Calvario se pone en la calle. Cuatro siglos contemplan al Crucificado de Francisco de Ocampo cuyo tránsito sereno es capaz de enmudecer la Campana. Regusto clásico en el palio de cajón de la Virgen de Presentación, un conjunto excepcional que sobresale por la calidad de sus bordados.

De Triana llega este año el Cristo de las Tres Caídas envuelto en la túnica bordada regalo de los hermanos Rivera. La cuadrilla del misterio, la del compás y del roneo, hace las delicias del respetable con una coreografía de movimientos y cambios que incluye levantás a la música y pasitos atrás. Memorable la primera chicotá de este paso en Pureza. El refregaó se ha convertido en una seña de identidad de la Esperanza de Triana, una imagen que se crece cada Madrugá desde su paso. Exuberante el exorno floral del palio, con rosas de color rosa, alstroemerias, lisantum, peniculata y flor de olmos, entre otras variedades.

Juanma Martín padre le pasa el testigo a su hijo como capataz titular del paso del Señor de la Salud de los Gitanos, acompañado ayer por vez primera por la sección musical de la hermandad. La creciente amenaza de lluvia tras la amanecida priva a la Virgen de las Angustias del regalo previsto por su 75 aniversario, como era la visita a la iglesia de San Román en el itinerario de vuelta.

RECORRIDOS DE VUELTA MÁS CORTOS

De este modo, las cofradías de La Esperanza de Triana, Los Gitanos y La Macarena han sido, por este orden, las últimas en finalizar sus recorridos procesionales. Se trata de las tres hermandades que permanecen más tiempo en las calles de Sevilla, algo que ha vuelto a repetirse en este año 2012, si bien en esta ocasión las tres han recortado sus caminos de vuelta para entrar en sus templos antes de la hora prevista y evitar así posibles precipitaciones, que finalmente han comenzado a registrarse al filo de las 13,15 horas.

De esta manera, el palio de la Esperanza de Triana ha regresado a la capilla de los Marineros a las 12,40 horas, aproximadamente una hora antes de lo previsto. Apenas una hora más tarde, a las 13,23 horas, la hermandad de Los Gitanos ha hecho entrada en su templo, menos de diez minutos antes de que finalizara su estación de penitencia La Macarena, la última de las seis hermandades de la 'Madrugá' hispalense en culminar su desfile procesional, a las 13,30 horas.

 

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