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La magia de San Pablo dictará sentencia en la batalla final

San Pablo, talismán en la historia reciente del Écija Balompié, decidirá el epílogo del combate decisivo. El once que adiestra Josep María Nogués deberá reinvertir el 2-0 que consiguió el Huesca.

el 15 sep 2009 / 06:22 h.

San Pablo, talismán en la historia reciente del Écija Balompié, decidirá el epílogo del combate decisivo. El once que adiestra Josep María Nogués deberá reinvertir el 2-0 que consiguió la Sociedad Deportiva Huesca en la ida para lograr el ansiado asalto a Segunda. La integración en el once inicial del mediapunta Pepe Díaz, indultado por el Comité de Apelación, y la presión ambiental auguran un duelo no apto para cardíacos e hipertensos.

Nogués repetirá el esquema que eliminó al Deportivo B en la primera eliminatoria del play-off. El catalán recurrirá a la versatilidad del 4-4-2 para neutralizar la numantina línea de cobertura que diseñará su homólogo aragonés, el ex sevillista Onésimo Sánchez. La estrategia, unida a las contras, puede ser el principal aval de un Huesca que renunciará al ataque desde el inicio.

El 4-1-4-1 que dispondrá Sánchez, con el insaciable Sorribas de enlace con la zona de creación, buscará agotar la creatividad de la medular azulina. Nogués, con recursos y alternativas, entregará la responsabilidad en los flancos ofensivos a Requena y Nolito, dos puñales que se clavaron en la retaguardia del Fabril desde el inicio en la última comparecencia liguera en San Pablo.

Zigor asumirá la responsabilidad en la meta. Xisco Campos y Raúl Pichardo, en detrimento del sancionado Roberto, serán los elegidos para escoltar los laterales, mientras que Mario y Jano ejercerán de referentes en la retaguardia. En la línea medular, Fernando y Pedro formarán la dupla necesaria para catalizar el potencial ofensivo de un equipo cuya dinamita atacante buscará calcinar la resistencia aragonesa.

El mediapunta Pepe Díaz, cuya sanción ha sido reducida a un solo partido, y el corpulento Luna, un auténtico incordio en las acciones aéreas, serán los encargados de multiplicar el miedo en la expedición oscense. Corona y Chechu Dorado serán los elegidos por Onésimo para reducir el nivel de efectividad azulina.

Las características del vetusto San Pablo, un auténtico fortín para el plantel astigitano durante la temporada regular, y las elevadas temperaturas -los pronósticos vaticinan que el mercurio alcanzará los 35 grados- serán las esperanzas de un Écija que se ha conjurado para sellar el ansiado asalto a la élite del fútbol español. Las dimensiones del césped, cuidadas al milímetro por el cuadro azulino, serán un condicionante externo para el plantel oscense.

El factor arbitral será la última pieza decisiva del puzzle. Tras las decisiones que protagonizó Gómez Ríos en el encuentro de ida, con dos rigurosos penaltis a favor de los aragoneses, la labor de González González será examinada con lupa. El Huesca, que ayer se ejercitó en Montilla para preparar la decisiva cita, vela armas en Córdoba. San Pablo y su magia buscarán una alternativa a la lógica. El paraíso de Segunda aguarda en el horizonte. Una cita con la historia. Una tarde para la historia.

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