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La ministra de Fomento evita la recusación del Congreso por cinco votos

El PSOE logró salvar por cinco votos la reprobación de la ministra de Fomento por su gestión en la crisis de los trenes de cercanías en Barcelona. El Gobierno salvó el trámite tras una negociación maratoniana en la que contó hasta con el apoyo de un ex diputado del PP.

el 14 sep 2009 / 20:47 h.

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El PSOE logró salvar por cinco votos la reprobación de la ministra de Fomento por su gestión en la crisis de los trenes de cercanías en Barcelona. El Gobierno salvó el trámite tras una negociación maratoniana en la que contó hasta con el apoyo de un ex diputado del PP. El servicio ferroviario volverá a la normalidad el sábado.

Fueron necesarios los votos de los congresistas del PNV, BNG, la CHA, Nueva Canarias y, también, el del ex diputado del PP Joaquín Calomarde, para impedir la petición parlamentaria de destitución de Magdalena Álvarez que reclamaba IU-ICV y que fue secundada por PP, ERC, CiU y CC.

La reprobación de Magdalena Álvarez era uno de los puntos de la moción que IU-ICV sometió a votación en el Pleno del Congreso. A petición del PP, la votación fue pública y por llamamiento, de tal manera que, uno por uno, los diputados del Congreso fueron anunciando su voto en voz alta desde su escaño.

La destitución de la ministra fue apoyada por los diputados del PP, Esquerra Republicana (ERC) y CiU, los tres partidos que llevan meses pidiendo su 'cabeza' por los problemas del servicio ferroviario en Barcelona. A ellos se añadió Coalición Canaria, con lo que juntos sumaron 169 votos

En contra se pronunciaron el Grupo Socialista, el PNV, el BNG, la Chunta Aragonesista, Nueva Canarias y el ex diputado del PP Joaquín Calomarde. En total fueron 174 votos contra el cese de Magdalena Álvarez.

Desde el Grupo Popular se dedicaron murmullos de desaprobación al líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, y un sonoro abucheo al ex diputado 'popular' Joaquín Calomarde. El PP los calificó a ambos de "tránsfugas", especialmente a raíz de que apoyaran los Presupuestos Generales del Estado de 2008. "Tránsfuga" y "traidor" fue lo menos que se dijo de Calomarde, pues en algún momento se llegó a escuchar incluso algún insulto personal.

El voto de Magdalena Alvarez, obviamente en contra de su destitución, fue saludado con exclamaciones desde el PP y recibido con aplausos desde el PSOE. En la votación participaron casi todos los ministros que son diputados, encabezados por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que llegó al hemiciclo acompañando a su ministra.

Sostenella. La iniciativa fue defendida por el portavoz de IU-ICV y vicepresidente de Iniciativa, Joan Herrera, quien acusó a los socialistas de "estar atrapados en el sostenella y no enmendalla" y achacó a la ministra una actitud "descarada" que hace imposible su objetivo de reorientar las inversiones del transporte. Jordi Jané, de CiU, habló de "burlas y mofas" a los usuarios de Cercanías y Jorge Fernández Díaz, del PP, denunció "falta de respeto" del Gobierno hacia los ciudadanos, mientras que ERC aseguró que la ministra contribuye a la "desafección" de Cataluña.

El socialista Salvador de la Encina apoyó a la ministra y tachó la moción de "electoralista" porque, según recalcó, las inversiones realizadas en Cataluña esta legislatura suman 10.400 millones de euros, más que en la etapa del PP.

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