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La Motilla quiere ser un barrio

La urbanización La Motilla es uno de los espacios más atípicos de Dos Hermanas. Pese a contar ya con más de 40 años, no existe allí un movimiento de vecinos fuerte, aunque se intenta y hace ocho años se creó el centro social y la semana que viene podrá ampliarse, para dar cabida a más... (Foto: Gregorio Barrera)

el 15 sep 2009 / 03:48 h.

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La urbanización La Motilla es uno de los espacios más atípicos de Dos Hermanas. Pese a contar ya con más de 40 años, no existe allí un movimiento de vecinos fuerte, aunque se intenta y hace ocho años se creó el centro social y la semana que viene podrá ampliarse, para dar cabida a más... y crear un barrio donde antes predominaban los chalés y los adosados.

Hasta hace muy poco, llamar a La Motilla barrio sonaba excesivo: más bien se trataba de un terreno con chalés, adosados y algunos bloques de dos plantas, habitados por recién llegados de otras regiones de España. Todavía hoy los acentos de su centro social evocan a Madrid o a Castilla-La Mancha.

Cuando se viene a Sevilla por trabajo se crea una forma de vida concreta, aislada de la convivencia. La gente se compraba su chalé o su apartamento, cogía el coche para ir Sevilla, y volvía para hacer una vida familiar, como si no hubiera vecinos. La ubicación tampoco ayuda, pues La Motilla esta en las afueras de la ciudad y al otro lado de la N-IV (antigua carretera Madrid-Cádiz), por lo que hay poca necesidad de ir al centro de Dos Hermanas.

Pero esa población también envejece, ya hay algunos jubilados y prejubilados que desean crear un vínculo entre ellos. En el año 2000 se creó el club social, no tan potente como los de otros barrios con los mismos habitantes (casi 10.000). El centro social debía tener dos funciones: servir de punto de unión entre los vecinos y con el Ayuntamiento de Dos Hermanas, para cualquier demanda o programa.

Los talleres de bolillos, yoga o pilates, los concursos de billar o de mus, y sobre todo las excursiones de senderismo están propiciando los primeros lazos entre familias vecinas y hasta entonces distantes. Hasta se han inventado el Día de La Motilla, que se celebrará el 7 de junio.

En 2008, con 400 familias asociadas, el centro social ya no tiene espacio suficiente y sus responsables esperan que la próxima semana empiecen las obras de ampliación, que durarán cinco meses y supondrán tener capacidad para reunir a todos los socios del barrio.

Rosa León, vicepresidenta del club social, comenta que los cursillos que se imparten "son a petición de la gente, sin ningún sentido elitista", según ella. "Nosotros nos adaptamos a lo que piden los vecinos porque lo que queremos es que vengan al club", agrega. Comenta que al principio, cuando iba a reclamar algo al Ayuntamiento de Dos Hermanas la miraban como a un "bicho raro", debido al aislamiento. Hoy acuden a los consejos sectoriales de la Concejalía de Participación Ciudadana y están más integrados en la vida social de la ciudad en general.

Jesús González, actual presidente, apunta que poco a poco La Motilla se va pareciendo más a un barrio, pese a las dificultades: "Hay más de 20 intercomunidades, todas con su presidente, y que se pusieran de acuerdo fue muy difícil". Recuerda que ni en los pisos había relación entre los vecinos, y eso que tenían más roce "por aquello de cruzarte con la gente en el ascensor y ese tipo de cosas".

Con la ampliación habrá más programas, todavía por concretar en reuniones. El presidente también le pide a la gente de La Motilla que visite la web, www.cslamotilla.es, para que estén al tanto de la actualidad de su barriada. Pero, eso sí, a este colectivo le queda todavía una asignatura pendiente: la implicación de los jóvenes en el barrio en su dinamización.

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