La Comisión Europea (CE) propuso ayer una reforma de la Política Agraria Común (PAC) para que, a partir de 2014, el reparto actual de las ayudas vire hacia un sistema con más primas para los productores que cumplan ciertos requisitos ecológicos y hacia una mayor igualdad entre los beneficiarios. La PAC se teñirá de verde, al estar más vinculada al entorno natural, pero el buscado trato equitativo trae secuelas para Andalucía, principal región española en pagos comunitarios.
El Ejecutivo europeo presentó y aprobó su primera propuesta de la nueva PAC, en la que plantea cambiar "sensiblemente" las subvenciones actuales al campo por una distribución en la que el montante de la ayuda aumentará si los productores adoptan medidas verdes. Algunas de esas exigencias ya existen -la condicionalidad, listado de prácticas respetuosas con el medio ambiente y obligatorias si se quiere cobrar- y otras son voluntarias -que son subvencionadas con las denominadas primas agroambientales-. Bruselas, por tanto, pretende aplicar barniz semiecológico a todas las labores agroganaderas.
La CE propuso, además, eliminar el llamado sistema de pago único, calculado sobre referencias históricas de cosechas aunque sin tener en cuenta la producción actual para el cobro. Es decir, salvo excepciones, el agricultor no necesita recolectar ni incluso cultivar para recibir el dinero comunitario, al concebirse como pago por explotación y como derecho asentado.
Y en su lugar, la Comisión Europea plantea establecer un nivel de ayuda igual para todos los agricultores de un Estado o región basado en unos "derechos" sobre la tierra, ayuda que se concederá si el agricultor y ganadero cumplen unos requisitos ambientales aún por definir.
Llegados aquí, una parada. Ese nivel haría referencia a una tasa plana en el seno de un país. Todos sus agricultores recibirán un mínimo equitativo, y esto traería secuelas. En primer lugar, un trasvase de fondos de una comunidad a otra, quedando perjudicada Andalucía, que es la que mayor importe recibe de Bruselas (alrededor de 1.750 millones de euros por campaña). Y en segundo, que se tratarían por igual cultivos que no lo son y con costes de producción distintos.
Aquí está la clave del porqué Clara Aguilera, consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, exige que se mantenga la ficha financiera (el volumen total de las ayudas) que corresponde a esta comunidad y que no se merme la renta de sus agricultores.
Desde Asaja-Sevilla calculan que, de salir adelante la tasa plana y sin aplicar una regionalización (esto es, cada autonomía lo suyo), el agro andaluz podría perder el 60% de sus ayudas -no menos de mil millones de euros-, a agregar a los fondos de cohesión que se dejarán de percibir (Andalucía queda fuera de las regiones Objetivo 1).
Se propone, asimismo, un incentivo adicional y conceder una prima de mayor cuantía si el productor aplica en su quehacer una serie de "servicios" al medio ambiente, como garantizar los pastos permanentes, rotar el cultivo o dejar barbecho ecológico.
La CE propone, asimismo, un máximo de subvenciones al productor individual -tijera para los terratenientes-, aunque tendría en cuenta el empleo generado en las fincas. Por el contrario, concibe una especial protección para el pequeño agricultor, asegurándole un nivel mínimo de pagos directos. Por último, también en el ámbito de la igualdad, plantea que los países de reciente entrada en la Unión Europea cuenten desde el principio con los mismos derechos (sin periodo transitorio en la percepción de las ayudas) que los antiguos.
Por lo demás, no habla de presupuesto alguno -se negociará- y sí de mantener y proponer más mecanismos frente a los vaivenes de precios y la presión de la distribución comercial.
A la ministra de Agricultura, Rosa Aguilar, no le gustó la propuesta. Será firme, dijo, para defender un presupuesto suficiente y que no se dañe la renta.
Comisión Europea: "No vamos a restar a unos para dar a otros"
El comisario del ramo, Dacian Ciolos, aseguró ayer que la reforma del reparto de las ayudas no significa que vayan a reducirse las subvenciones que reciben los productores españoles y se aumenten en los países de reciente entrada en la UE. "Les aseguro que España no va a ver alterado todo con la reforma, no vamos a quitar a unos para dar a otros". Sentenció, asimismo, que no pretende una revolución en la PAC, sino sólo "una evolución".
Asaja: "Se pone en peligro la supervivencia del agro"
La propuesta de reforma de la PAC "pone en peligro la supervivencia de la agricultura andaluza" y, además, no resuelve ninguno de los problemas del sector agrario, según dijo ayer el presidente de Asaja-Andalucía, Ricardo Serra. Las nuevas exigencias verdes, la competencia desleal de terceros países, los desequilibrios de la cadena alimentaria y la falta de instrumentos de regulación de mercados "acabarán por hundir al campo".
Junta de Andalucía: "No estamos dispuestos a perder más renta"
La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, se mostró ayer partidaria de que las ayudas comunitarias se asignen de acuerdo a criterios de "empleo y riqueza" y no a "derechos históricos". Con respecto al debate abierto para la PAC 2014-2020, confió en que se le dé una nueva orientación a las subvenciones porque "Andalucía, sus agricultores y ganaderos no están dispuestos a perder más renta agraria". El debate de la reforma es "crucial" para la comunidad, dijo.
UPA: "No hay detalles sobre el presupuesto agrario
La organización agraria UPA de Andalucía apostó ayer por mantener la base del modelo actual de ayudas de la PAC con mejoras, reclamó un aumento del presupuesto destinado a este capítulo y exigió mecanismos que regulen el mercado frente a la caída de precios y la presión de la distribución comercial, según su secretario general, Agustín Rodríguez. Criticó, asimismo, la ausencia de detalles sobre el presupuesto de la PAC.
COAG: "No nos protege frente a la cadena comercial"
El secretario general de COAG en Andalucía, Miguel López, comentó ayer que la propuesta de reforma de la PAC es "ambiciosa" en sus objetivos pero "altamente decepcionante a nivel presupuestario y a la hora de concretar los mecanismos de regulación de mercados y medidas para corregir los desequilibrios de la cadena agroalimentaria". Estas últimas, apuntó, son vitales para asegurar la renta de los agricultores andaluces.
