Los impactos que recibieron la noche del domingo los autobuses de la línea 31 de Tussam a su paso por Sevilla fueron realizados con plomillos. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Policía Científica tras analizar y revisar los tres autobuses que resultaron dañados, uno de ellos con tres marcas en una de las lunas. El comité de empresa asegura que estos ataques se están volviendo «habituales» en los últimos meses, por lo que pide a la gerencia de la empresa que establezca un protocolo de seguridad que suspenda el paso de los autobuses mientras se investigan los hechos.
El ataque de la tarde-noche del domingo no es el primero que ocurre en esta línea y la 30, que une el Polígono Sur con el Prado de San Sebastián, «se están convirtiendo en habituales», aseguró el presidente del comité de empresa, Fernando Sojo, quien indicó que en las últimas semanas «se han producido disparos con balines a los autobuses con piedras». En concreto, el pasado 27 de enero los conductores denunciaban en las redes sociales otro ataque a una de estas líneas, recibiendo uno de los autobuses dos impactos en una de sus ventanas.
Por este motivo, el presidente del comité solicitó a la gerencia de la empresa un protocolo de seguridad por el que cuando se produzcan altercados de este tipo «inmediatamente se suprima el paso de las líneas por la calle en la que se haya producido y mientras dure la investigación policial, por el peligro que supone para conductores y usuarios». De hecho, el domingo fueron atacados «tres autobuses distintos», un dato que ayer confirmó el propio Ayuntamiento. Ayer la línea funcionaba con total normalidad, «y el mismo domingo, pues el servicio sólo se interrumpió durante 15 minutos». Además, mostró su preocupación por el hecho de que uno de los autobuses afectados tuviera tres impactos en una de las lunas, «eso parece que se ha hecho con una «escopeta de repetición, porque si lo han hecho tres personas distintas, esto parece entonces tiro al blanco».
Sojo explicó que «no se trata de suprimir la línea completa», sino de suspender el paso por la calle en la que se produjo la agresión, mientras la Policía trabaja para localizar al autor. En este sentido, destacó que estos ataques «siempre se producen» en la calle Luis Ortíz Muñoz y Padre José Sebastián Mandarán. Por este motivo, ayer mismo plantearon a la gerencia de Tussam una reunión para establecer este protocolo, «porque el Ayuntamiento tiene que realizar alguna actuación al respecto, porque se trata de un problema de seguridad no sólo para los trabajadores, sino también para los usuarios». «O toman medidas o vamos a tener que pasar nosotros a actuar», señaló.
En este mismo sentido, se pronunció el sindicato ASC, que solicitó «medidas urgentes» para evitar este tipo de situaciones y recomendó a los conductores que ante cualquier ataque que «soliciten el relevo» y acudan a interponer la respectiva denuncia.
Por su parte, el Ayuntamiento no pudo confirmar ayer si fueron plomillos los que provocaron los impactos, pues las fuentes consultadas afirmaron que la Policía Nacional no les había informado al respecto. De hecho, recordaron que los agentes que inspeccionaron los vehículos «no han encontrado restos en el interior». Por ello, apuntaron a la posibilidad de que los impactos se realizaran con piedras u otros objetos.
No obstante, las fuentes policiales consultadas explicaron que los plomillos ni siquiera pueden traspasar el cristal de un autobús. De hecho, al no localizarse restos de balas los agentes trasladaron la investigación de los hechos a la Comisaría del Polígono Sur. Los investigadores están trabajando para identificar a los posibles autores, aunque de momento las pesquisas no han dado su fruto.
Asimismo, desde el Consistorio se destacó que van a abordar la situación de seguridad de estas líneas dentro de las «reuniones habituales que se mantienen semanalmente en la Delegación del Gobierno», en las que están presentes todas las administraciones que trabajan en la zonas conflictivas de la ciudad. En este sentido, incidieron en que se mantienen reuniones desde hace meses se mantiene en la Delegación del Gobierno, donde se aborda la situación de seguridad en la zona y se continúa trabajando para por si se pueden introducir mejoras.
Además, desde el Ayuntamiento se insistió en que los autobuses circulan por esta zona de la ciudad con la «presencia de escolta policial» en este entorno por parte de la Policía Local.
