D. Cela / I. Comesaña
El Ayuntamiento constituyó ayer miércoles la comisión municipal de absentismo escolar, un órgano para prevenir y controlar el abandono, que se dividirá en 13 equipos distribuidos por zonas, con un policía local en cada una. La Junta llevaba tres años insistiendo al Consistorio para que formase el grupo, encabezado por tres concejales: Educación, Seguridad y Bienestar.
La Consejería de Educación aprobó en 2005 el Plan Integral para la Prevención, Seguimiento y Control del Absentismo Escolar, que obligaba a todos los municipios a crear órganos que vigilasen de cerca los colegios y la asistencia a clase, y que estuvieran formados por profesionales de distintos campos: profesores, inspectores, asociaciones de padres, trabajadores sociales, técnicos municipales, ONG y representantes de las consejerías de Educación y Bienestar Social.
En los últimos tres años, el Ayuntamiento de Sevilla ha recibido numerosos requerimientos de la Junta para que cumpliese con esta obligación. Pero no fue hasta ayer que los tres concejales implicados en el plan -Educación, Seguridad y Bienestar Social- constituyeron formalmente la comisión de absentismo y convocaron a todos sus miembros. Casi todos son representantes de colegios de zonas empobrecidas. El Comisionado para el Polígono Sur pidió formar parte de la comisión, y ésta aceptó su solicitud.
La de ayer miércoles fue una primera reunión que sirvió para adelantar algunas líneas de actuación: la comisión se va a subdividir en 12 mesas técnicas (aún por crear), que coincidirán con las zonas que ya cubren las Unidades de Trabajo Social (UTS). A petición de Ana Gómez, delegada de Bienestar Social, se aprobó crear una subcomisión más que trabajará específicamente con el alumnado del asentamiento chabolista del Vacie.
Esta distribución servirá para coordinarse con los trabajadores sociales de las UTS, que hasta ahora atendían los casos de absentismo, aunque sin estar coordinados. Las UTS atienden directamente a las familias con dificultades socioeconómicas y sus sedes se encuentran en Casco Antiguo; Triana-Los Remedios; Macarena; Los Carteros; San Jerónimo; Nervión-San Pablo; Carretera Carmona-La Calzada; Torreblanca; Rochelambert; Parque Alcosa; Centro Cívico El Esqueleto (en las Tres Mil) y Los Bermejales. A cada una se sumarán maestros de los colegios de la zona, que aportarán datos sobre las causas del absentismo que ellos conocen.
El Ayuntamiento pretende destinar a policías locales a esta función, aunque los menores no sean de su competencia. "Lo ideal es que contemos con 13 policías, y que cada uno forme parte de un subgrupo", explicó ayer Esther Gil, concejal de Educación. La Policía será un elemento importante en la lucha contra el absentismo, pero los agentes deberán ser los últimos en intervenir, después de que profesores, servicios sociales y ONG hayan estudiado los problemas que hacen que una familia no lleve a su hijo a la escuela.
El concejal de Seguridad, Alfonso Mir, recordó ayer que "no hay que perder de vista que el absentismo escolar es un problema socioeducativo". La creación de este grupo tendrá que ser perfilada y negociada con los sindicatos, porque no aparece en la nueva organización de la Policía que Mir acaba de presentar. Ahora, los tres concejales deben diseñar un protocolo de intervención, la hoja de ruta con la que trabajarán las 13 subcomisiones. Hasta febrero, según Gil, no tendrán el borrador del protocolo.
El absentismo escolar en Sevilla se concentra en los barrios limítrofes, en los distritos deprimidos, y ha llegado a rozar el 25% en conjunto. Los colegios de cuatro de esas zonas -Polígono Norte, Polígono Sur, Tres Barrios y Torreblanca- ya llevaban años trabajando para atajar el absentismo, con ayuda de ONG, como CIMA o MPDL. La Junta siempre ha rehuido dar datos de absentismo de la capital, alegando que el Consistorio no había creado aún la comisión municipal de absentismo.
