"El incremento de actuaciones en 2008 ha sido espectacular". La directora de la Oficina de Rehabilitación Concertada del Casco Norte, Elena Morón, asegura que las ayudas para reformas en pisos antiguos se han multiplicado por tres en el último año, que la relación Junta-Ayuntamiento ha mejorado y que estas obras frenan los efectos de la crisis.
La rehabilitación de edificios genera empleo sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero público, por eso la Junta ha apostado fuerte por estos programas ante la crisis del ladrillo. Así lo explica Elena Morón, quien aseguró que el volumen de actuaciones "se ha multiplicado por tres" en el último año.
La Junta tramita la rehabilitación de 348 viviendas dentro del programa autonómico, 222 expedientes para la transformación de infravivienda y 159 actuaciones para ofertar pisos de alquiler. En este último caso, la colaboración del Consistorio es fundamental, ya que es el encargado de expropiar inmuebles donde se incumple el deber de edificación o conservación. Después, el Gobierno andaluz paga tal expropiación y reforma el edificio para ofertar viviendas sociales en alquiler. Cuatro expedientes están muy avanzados y en dos es inminente la intervención pública. En concreto, en la calle Almirante Espinosa, 10 -con diez pisos- y en Sagunto, 7, un solar donde se construirán cinco viviendas. Eso sí, cada expropiación requiere dos años de trámites. Las cinco familias que viven en Almirante Espinosa serán realojadas mientras se reforma el bloque.
"La relación con el Ayuntamiento ha mejorado mucho, de ahí que se hayan agilizado los trámites y que la Administración haya conseguido más suelo", afirmó Morón, que también achacó el éxito a las campañas informativas y al "boca a boca". "Se han ido terminando obras y los propietarios se han ido interesando cada vez más", apostilló la directora de la Oficina de Rehabilitación Concertada del Casco Norte de Sevilla. Eso sí, sin la participación municipal el éxito del programa sería más difícil, ya que el suelo municipal es el único que nutre el programa para fomentar el alquiler. Los precios del mercado inmobiliario en el Casco Norte son tan altos que el Ejecutivo autonómico ni se plantea comprar suelo para aumentar la oferta de pisos sociales.
Además, este "incremento espectacular" de expedientes para la rehabilitación de viviendas se debe, según Morón, al "empeño" de la Junta, puesto que es una forma más de paliar el ascenso del paro en el sector de la construcción. En la oficina, con sede en la calle Feria, trabajan unas 14 personas, pero cada expediente requiere los servicios de un arquitecto, un aparejador y, como mínimo, a media docena de obreros. En las rehabilitaciones profundas, este número se puede multiplicar de forma notoria.
Eso sí, los interesados en las ayudas de la Junta para la rehabilitación tienen que saber que el papeleo requiere seis meses, por lo que desde que se inicia el proceso hasta que terminan las obras transcurren, como mínimo, doce meses. En el primer trimestre de este año se abrirán de nuevo las convocatorias para las ayudas, que se dividen en cinco programas.
En primer lugar, la rehabilitación autonómica, donde las obras se ciñen al piso y el único beneficario es el dueño. El programa de edificios se dirige a propietarios de inmuebles en alquiler o comunidades y prevé obras en zonas comunes, desde la instalación de ascensores hasta la renovación de las cubiertas. La rehabilitación singular prevé obras de más envergadura en bloques. El presupuesto protegible será de 10.000 euros por piso y 14.000 euros cuando se necesite adecuación estructural. Además, hay ayudas para locales comerciales. Eso sí, todo está condicionado al nivel de renta de los vecinos.
