2007 condujo al campo andaluz a arrojar más de 10.000 millones de euros en las estadísticas sobre la producción final agraria -valor total de las cosechas y los productos ganaderos en los mercados-. 2009, y a tenor de las cuentas manejadas en la Consejería de Agricultura, cerrará, en cambio, con una caída, esperada, por lo demás, en un sector que denuncia desde la primavera pasada la crisis que soporta en sus precios.
En concreto, durante el primer semestre del año en curso, ese indicador se redujo el 6,7% debido, sobre todo, al abaratamiento del aceite de oliva y a los recortes en las campañas de frutas, aceituna de mesa y cítricos. Mientras, el índice para la renta agraria -resta a la producción final agraria los consumos intermedios y suma las subvenciones- también soportó una bajada, aunque de menor calado al de la primera de estas estadísticas, si bien desde la Consejería no concretan aún el porcentaje.
La titular de ese departamento, Clara Aguilera, adelantó ayer el comportamiento del campo regional en 2009 en el acto de presentación en Córdoba del ya tradicional informe anual agrario de Unicaja, un clásico para las cuentas de la agricultura (es la edición número diecinueve).
Aguilera, no obstante, reiteró su conocido argumento de que la actividad primaria revela en la comunidad una "fortaleza" de la que carecen otras e incluso apuntó que ya se ha convertido en un "refugio" para el empleo. Para sostener esta afirmación, echó mano a los datos del Régimen Especial Agrario por cuenta ajena de la Seguridad Social (Reass), que muestran un aumento de los afiliados por la lógica mayor contratación de mano de obra.
En cuanto al informe de Unicaja, que coteja los datos de 2008 -no coinciden con las actualizaciones estadísticas realizadas por la Consejería en octubre pasado-, indica que la producción agraria andaluza sumó ese año 10.066,90 millones, un 5,22% más que en el ejercicio año anterior, cuando se contabilizaron 9.567 millones. Y la renta agraria, por su parte, también subió, exactamente el 3,38%, con 8.841,03 millones.
Pese a la crisis económica, que ya azotaba 2008, los precios de los productos agrarios se incrementaron un 5%, "rompiendo la tendencia registrada en los últimos dos años, en un contexto de perspectivas sombrías para los precios agrícolas y unos costes elevados para los insumos". Es más, añade el estudio, en la mayoría de las cosechas afloraron encarecimientos, pero el descenso experimentado en el aceite, la aceituna y las patatas arrastró al conjunto de los cultivos. 141 empresas agroalimentarias menos, hasta 5.668, se contabilizaron en 2008, un recorte que se dio con especial intensidad en las microempresas (menos de 10 trabajadores).
Este hecho le sirve a los autores del informe para asegurar que se va reduciendo la atomización reinante en esa industria. Parte de tal ajuste estaría motivada por las fusiones.
