Economía

La reparación de barcos en Astilleros del Guadalquivir se retrasa a 2015

El dueño de Cotnsa Huelva anunció el inicio de la actividad para diciembre, pero la falta de contratos demora la previsión hasta, al menos, finales de enero

el 17 dic 2014 / 10:00 h.

TAGS:

astilleros-reactiva-portada El pasado 22 de noviembre, el empresario gallego Urbano Alonso, propietario de astilleros Cotnsa Huelva y de Astilleros del Guadalquivir, que explota parte de la antigua atarazana en el Puerto de Sevilla, anunció que a partir de la siguiente semana podría entrar cualquier buque, que tenía contratos cerrados «para reparar barcos» y que esperaban que en la tercera semana de diciembre empezase la primera reparación. Sin embargo, fuentes de Cotnsa Huelva aseguraron ayer a este periódico que aún están negociando los contratos y que, por tanto, no se podrán arreglar barcos hasta «mediados o finales de enero, en el mejor de los casos». No quisieron concretar más, así que tampoco se conoce si las instalaciones están habilitadas ya al cien por cien. Según el Puerto, aún están «en plazo de obra». Lo único que se sabe es que Astilleros del Guadalquivir nació con un capital social de 210.000 euros y que, según el empresario, negociaba también el permiso de construcción naval con el Ministerio de Industria, que ya les había dado la autorización provisional para la construcción de grandes buques. Urbano Alonso incluso afirmó en noviembre que tras el verano de 2015 podría iniciar la construcción de dos buques pesqueros de 40 metros, de arrastre pelágico, para compañías árabes. Sin embargo, desde que Astilleros del Guadalquivir dio a conocer la noticia han surgido voces dentro del sector pidiendo que se aclare su viabilidad financiera e industrial. Empresarios y sindicatos aplauden que se recupere una actividad que genera empleo y riqueza para la zona, pero les extraña que no haya información suficiente sobre el proyecto. Sólo se conoce lo que el propio empresario detalló en noviembre, como que la reparación de barcos podría generar una carga de trabajo constante de 40 personas «una vez que esté estabilizado y cuando los clientes vean que Sevilla es un buen lugar para reparar». En cuanto a la construcción de buques, Urbano Alonso manifestó que la carga sería «muy importante», con una media de «150 trabajadores aunque se podría llegar a picos de 200 sin problemas». Y sobre la inversión, el empresario anunció que rehabilitar el dique seco le había costado 500.000 euros, una cifra que para expertos del sector resulta insuficiente para dar vida a unas instalaciones totalmente abandonadas desde hace años. Lo cierto es que Astilleros del Guadalquivir está acondicionando el dique seco de los antiguos astilleros sevillanos gracias a una autorización administrativa concedida por el Puerto de Sevilla para su explotación durante 18 meses. Así lo dejó claro la presidenta del Puerto, Carmen Castreño, quien subrayó que no es una concesión administrativa de larga duración. «No entiendo las sospechas del sector porque lo que hemos aprobado es una autorización de sólo 18 meses para que Cotnsa repare barcos en el antiguo dique seco del astillero». Con estas palabras respondió la presidenta del Puerto, Carmen Castreño, a la industria naval que le reclamó más información sobre el proyecto del empresario gallego propietario de astilleros Cotnsa Huelva. Castreño incluso apuntó que, por ahora, la empresa estaba cumpliendo con lo que dijo, ya que está acondicionando las instalaciones, en muy mal estado. Por ahora, los empresarios del sector siguen igual que hace un mes, sin noticias ni información sobre un proyecto que debería generar un importante movimiento en la industria auxiliar. «No hemos sabido más de ellos. El Puerto de Sevilla tendrá que llamarles la atención si no cumplen lo pactado», indicaron fuentes de la patronal tras añadir que sería una «pena» que proyectos como este no salgan bien. «Queremos que haya barcos, que se reparen y construyan en el antiguo astilleros de Sevilla porque eso crea empleo e industria», defienden. Hay que recordar que Cotnsa –bajo la firma Astilleros del Guadalquivir– provocó que el Puerto tuviera que sacar a concurso la explotación de esta parte del astillero tras la primera oferta de Sevilla Shipyard (que puso sobre la mesa más de tres millones de euros y 25 años de explotación). Sin embargo, el concurso quedó desierto. Se desmarcaron las dos en el último minuto.

  • 1