Local

La Rumba del Sarcófago

El Festival de las Naciones es justo lo que apetece ver tras cenar en un bufet libre. Pero como esto no es la Costa del Sol, échele fantasía. Entrar es gratis.

el 02 oct 2011 / 17:51 h.

TAGS:

Con una cara de egipcio que tira de espaldas, el hombre se lo piensa un segundo más de lo recomendable: "540 euros", dice, al fin. Que no es que el artilugio sea caro o barato, pero la cifra tiene el efecto perturbador y oneroso de toda tasación del arte. Además... sí, allí en el Festival de las Naciones pasa como en el Ikea, que se ve muy fácil todo. Pero por más que en ese contexto se antoje de lo más práctico para el cuarto de los niños, lo cierto es que al final casi se alegra uno de no haberse llevado el sarcófago de madera de tamaño infantil ricamente decorado. Y eso que el ambiente no ayuda a mantener la cabeza fría. Conforme se entra por esa especie de pórtico que se da un aire al de las atracciones de misterio de las ferias y parques temáticos, los órganos sensoriales empiezan a sufrir la emboscada de los estímulos más traicioneros: la música brasileña, los chismitos de los puestecillos, el sabor de las garrapiñadas de degustación y, muy especialmente, la tromba de especias, flores y condimentos que toman como rehén a la pituitaria para que se rinda y se compre una bolsita de algo: incienso, almendra, canela, azúcar, sésamo, aceites, mango, papaya, mora, tamarindo, sándalo... Hasta la tierra mojada, cuando riegan aquello, sube con aromas de caramelo tostado.

La mejor manera de ir al Festival de las Naciones, en los jardines del Prado de San Sebastián, es buscando un anillito. Quienes vayan buscando un anillito tienen el día echado, allí. Pero también los necesitados de sorpresas lograrán arquear las cejas cuando se topen con los puestecillos de los bollos preñados asturianos a dos euros y el análisis grafológico inmediato por ordenador, a 1,50. Aquello es la edición coleccionista del mercadillo típico de artesanía, similar a lo que se puede ver por Benalmádena o el Novo Sancti Petri, pero con el aura de una feria y el encanto de la música y demás actuaciones. Desde hoy y hasta el jueves, por ejemplo, hay animación en las jaimas gastronómicas y clases de baile a las 19, 21 y 22.30 horas. Y los fines de semana, más. Una deliciosa sensación de bendita mezcolanza, de alianza de civilizaciones tiesas, que merece el paseo. Si es de noche, mejor.

De utilidad:
Qué: XVIII Festival de las Naciones.
Cuándo: Del 16 de septiembre al 1 de noviembre de 2011.
Dónde: En los jardines del Prado.
Cuánto: Entrada gratuita.
Cuántos: El año pasado acudieron 300.000 personas, según los organizadores; una cifra que quieren superar, claro, no va a ser al revés.
Horario: El recinto tiene distintos horarios de visita según los días de la semana: Lunes, martes y miércoles, de 11 a 14 y de 17 a 23 horas. Los jueves, lo mismo pero cierra una hora más tarde. Los viernes y sábado, de 11 a 15 y de 17 a 1 de la madrugada. Y los domingos y festivos, continuo de 11 a 23.
Cómo: Puestos de artesanía, gastronomía y curiosidades; restauración y espectáculos de distintos países.

  • 1