Pulse sobre la lupa para ampliar la imagen. El mediapunta camerunés Achille Emana, que anunció su traspaso al Al-Hilal saudí en la madrugada del jueves y vía twitter, se ha enrolado en la disciplina de la entidad islámica a cambio de 4,5 millones de euros.
La venta del de Yaundé es la sexta más rentable de la década para las arcas heliopolitanas, que ya han desembolsado 1,5 kilos por Matilla y 200.000 euros por el central Amaya . Hasta la fecha, el adiós más jugoso para el club de La Palmera fue el de Joaquín Sánchez, que en agosto de 2006 se incorporó al Valencia tras 16 días de intensas negociaciones y después de que Juan Bautista Soler, presidente che, pagara 25 millones.
La de Achille Emana supone la primera operación de magnitud en materia deportiva de la actual secretaría técnica heliopolitana, a las órdenes del serbio Vlada Stosic. El último traspaso de relevancia en La Palmera fue el de Sergio García, que recaló en el Espanyol en agosto de 2010 por 4,5 kilos. En aquella ocasión, el consejero deportivo, el navarro Luis Oliver, tasó la operación en 6 millones.
Sin embargo, la auditoría de cuentas a la que fue sometida la entidad reveló que la venta se concretó en 4,5, de los que 1,8 fueron al contado. Además, el '9' catalán perdonó la deuda contraída por el club en clave de nóminas -943.002,16 euros- y el Espanyol asumió los 1,7 kilos que aún debía el Betis por el fichaje del delantero en 2008 al Zaragoza. Así, el traspaso de Achille permitirá cobrar 1,1 millones más al contado un año después de aquella operación.
El verano de 2010 fue especialmente prolijo en el capítulo de salidas significativas. Mehmet Aurelio, asesorado por Bayram Tutumlu, rescindió a cambio de perdonar las nóminas de su último año de contrato -2,2 millones- y recaló en el Besiktas con la carta de libertad en su poder. Capi, cuyo contrato expiró el 30 de junio, Carlos García, que regresó al Almería tras su cesión, el argentino Mariano Pavone, que rescindió a cambio de condonar la deuda de impagos (400.801,92 euros), el resto de su contrato y los 300.000 euros que pagó River por la operación, Damiá y Rivas también se decantaron por dejar Heliópolis.
Pero si hubo un estío plagado de significativas ausencias fue el de 2009, el del fatídico regreso a Segunda. Aquel ejercicio decidieron escapar del infierno el chileno Mark González, Edú, Juanito y Ricardo Oliveira. El chileno se unió al CSKA de Moscú ruso, que, tras protagonizar un auténtico serial de producción venezolana, pagó 6,5 millones por la operación. Edú finalizó contrato el 30 de junio y emigró al Internacional de Porto Alegre gratis, una gestión que repitió el central Juanito, rumbo al Atlético de Madrid.
Quien sí fue rentable para las arcas fue el brasileño Oliveira, que firmó por el Al-Jazzira qatarí a cambio de 14 millones, de los que 7 fueron para el Zaragoza, que poseía el 50% de su pase. El Betis pagó 9 al Milan por el 50% del pase en enero, con el reto de evitar el descenso.
Otro de los capítulos rentables fue el de la venta de Rafael Sobis, que en julio de 2008 se incorporó al Al-Jazzira por 10,5 millones. El intermediario Luis Vianna, habitual en las operaciones de Lopera, fue el encargado de cerrar el traspaso más jugoso del verano. Pero si un hombre ha sido un diamante codiciado en el mercado fue el extremo Joaquín. El portuense recaló en el Valencia en agosto de 2006, con amago de cesión al Albacete incluido, después de que la entidad che pagara por el fichaje, hasta hoy el más caro en la historia del club, 25 kilos.
Las joyas de la corona
Hace 11 años, concretamente en agosto de 2000, hubo tres traspasos muy apetecibles. El madrileño Alfonso Pérez Muñoz recaló en el Barça el 12 de agosto después de que Joan Gaspart, dirigente azulgrana, pagara 2.500 millones de las antiguas pesetas -15 kilos de euros-. Manuel Ruiz de Lopera, entonces presidente, también vendió a Finidi George, que se fue al Mallorca por 700 kilos -4,3 en euros-, y a Karhan, el eslovaco que huyó de Segunda a la velocidad de la luz, al Besiktas por 500 -3-. Sin duda, una historia de traspasos con un capítulo reservado para Emana.
Denilson y Roberto Ríos, dos historias opuestas
Uno de los nombres propios en la historia del Real Betis es el del delantero brasileño Denilson de Oliveira Araujo, por el que el expresidente Manuel Ruiz de Lopera pagó 5.300 millones de pesetas en 1998 al Sao Paulo brasileño -el fichaje más caro del fútbol mundial hasta aquel día-.
Su discreta singladura en Heliópolis propició que fuese traspasado el 22 de agosto de 2005, el día antes de la histórica vuelta de la Champions League ante el Mónaco para silenciar el fracaso de la operación, por 100 millones de pesetas al Girondins de Burdeos.
Otro de los capítulos curiosos en el centenario anecdotario del club de La Palmera fue el del traspaso del central vasco Roberto Ríos, ahora segundo entrenador en el staff de Pepe Mel. El zaguero vizcaíno se enroló en la disciplina del Athletic en el verano de 1997 a cambio de 2.000 millones de las antiguas pesetas -12 millones de euros-, la cifra más alta pagada hasta entonces por un jugador español.
Una fortuna comparado con los 150 kilos que desembolsó el Real Madrid por el mítico Rafael Gordillo, expresidente de la entidad, en 1985.
