El Betis se enfrenta mañana a la Real Sociedad, líder de Segunda División. El partido, que por supuesto merece ser catalogado como una final, un choque son sabor a Primera y demás tópicos, también supone el reencuentro del equipo verdiblanco con algunos de sus fantasmas particulares en esta temporada del retorno a la categoría de plata. Su pobre balance como visitante, sus malos números contra los equipos punteros de la categoría, su discontinuidad en la zona de privilegio, su gafe en Segunda en San Sebastián, su mala pata con el horario del mediodía... La escuadra de Antonio Tapia tiene muchos frentes que cubrir en Anoeta y de superarlos depende que acabe 2009 en ascenso.
El primer y gran obstáculo del Betis en Donosti es su decepcionante rendimiento fuera de su estadio. El conjunto heliopolitano sería noveno si se contasen sólo los partidos como visitante: ha logrado 8 puntos de 24, lleva el doble de derrotas (cuatro) que victorias (dos) y ha encajado 14 goles (1,75 por encuentro). Sus dos últimos viajes son muy significativos: no marcó ningún gol y cayó justamente ante el Murcia (2-0) y el Elche (3-0). Y para colmo de males visita al segundo local más potente del campeonato: la Real ha sumado 20 puntos de 24 posibles en su feudo, sólo ha cedido dos empates y ha empalmado seis triunfos consecutivos.
Las tierras donostiarras, además, nunca se le han dado bien al Betis en Segunda: en sus tres viajes allí salió derrotado (2-1 en la 44-45, 3-1 en la 45-46 y 3-0 en la 46-47). Eso sí, será la primera vez que el Betis juegue en el estadio de Anoeta en la categoría de plata, y en Primera no se le ha dado mal del todo: dos victorias, seis empates y cuatro derrotas.
Si la bella ciudad norteña suele ser antipática para el Betis en Segunda, más lo son los adversarios bien colocados en la tabla. En lo que va de campaña, casi una vuelta entera, el equipo de La Palmera sólo ha vencido a dos enemigos situados actualmente entre los diez primeros, las dos veces en casa (3-0 al Córdoba y 4-0 al Villarreal B), pero si el filtro se estrecha a los ocho primeros, el Betis no ha ganado a ninguno de los cuatro a los que ya se ha enfrentado: perdió con el Hércules (3-2) y el Elche (3-0) y empató con el Cartagena (0-0) y el Rayo Vallecano (2-2). Le falta jugar contra la propia Real, el Salamanca y el Numancia.
LA ZONA NOBLE... Y MALDITA. En este conglomerado de malos antecedentes, la buena noticia para el Betis es que al menos aterrizará esta noche en San Sebastián en un puesto de ascenso. La mala es que hasta ahora le ha resultado muy complicado, por no decir imposible, mantener ese privilegio durante mucho tiempo. Tras la primera jornada se puso segundo, pero una semana después ya era octavo (tras caer en Alicante). En la tercera jornada recuperó la plaza y sí la retuvo durante tres semanas, pero en la sexta empató en Vallecas... y hasta ahora.
