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La Vuelta enamora a un francés

el 31 ago 2011 / 18:57 h.

Tradicionalmente, la Vuelta a España ha sido un espectáculo en el que han brillado los ciclistas nacionales o extranjeros muy vinculados a los equipos hispanos, y pocos foráneos han sido los que han caído rendidos en sus brazos.

Los suizos Toni Rominger y Alex Zulle a lo largo de la década de los noventa del siglo pasado, ambos vinculados la mayor parte de su trayectoria deportiva a equipos españoles, son los ejemplos más cercanos hasta el debut en Granada en la edición de 2008 del francés David Moncutie en la carrera española. El parisino disputó su primera Vuelta con treinta y tres años y la seducción y enamoramiento entre carrera y ciclista fue mutua.

Moncutie únicamente conoce en su trayectoria profesional, que comenzó en 1997, una marca comercial sobre sus espaldas, la de la financiera francesa Cofidis. Es fiel a su equipo de siempre y los cambios han sido producto del diseño de los maillot de una temporada para otra. Y ahora, cuando ya se encuentra en la recta final de su carrera deportiva en la elite ha puesto como condición para seguir en 2012 el renunciar a la Grande Bouclé para centrarse en otros objetivos como la Vuelta.

En 2009, después de vencer en Sierra Nevada, anunció que a sus entonces 34 años ya estaba "pensando en la retirada" y que al final de la Vuelta tomaría una decisión que no fue otra que la de seguir en activo. El ciclismo internacional mantuvo en sus filas a un hombre que siempre que está en su mano ofrece espectáculo del bueno. Y la Vuelta a un ciclista con el que intercambiar su mutua atracción.

Sus cuatro triunfos de etapa en la Vuelta son de los que ansían todos aquellos que quieren hacer algo grande o cambiar su estatus en el pelotón.

La primera vez que levantó los brazos en la carrera española el ciclista de Provins fue el mismo año de su debut, el 2008 en la estación invernal ilerdense de Pla de Beret. Al año siguiente le tocó el turno en el techo de la carrera, la granadina estación invernal de Sierra Nevada. En 2010 fue en el explosivo final alicantino de Xorret de Catí. Y el, por el momento, cuarto y último, en el estreno como final en la Vuelta de la Manzaneda orensana.

Conseguir esos triunfos denota una capacidad de selección de un excepcional nivel. Ganar en cualquier escenario en el ciclismo actual no es fácil, a muchos como le sucedió al madrileño Pablo Lastras en Totana les cuesta un buen número de meses volver a conseguirlo, a pesar de "rozar el larguero" en multitud de ocasiones.

El escalador francés, cuyos pasos profesionales parecían estar destinados a ser cartero en París, sus padres y dos de sus hermanas lo son, tiene esa intuición innata que le permite conseguirlo.

Su primer intento en toda regla para llevarse 'su etapa' de cada año lo protagonizó en los últimos kilómetros de la cuarta etapa de este 2011 con final en el vertical último kilómetro de las Eras del Chaparral en la jiennense Valdepeñas de Jaén. Allí el pelotón de los candidatos al triunfo final, con el Katusha en primera línea de acción trabajando para su líder Joaquim Rodríguez, se lo impidió.

Volvió a meterse en alguna otra batalla menor, pero su segundo cartucho fue el gastado en tierras orensanas y con él dio de lleno en la diana. "Era uno de las etapas que tenía marcadas. El perfil de la etapa era complicado para que el equipo del líder controlara y podía llegar a meta -como así fue- por primera vez la escapada", analizó una vez conseguida la victoria.

En la línea de salida de Benidorm, Moncoutie tenía perfectamente claras sus pretensiones en la carrera española. Dos objetivos prácticamente irrenunciables: una victoria de etapa y un cuarto triunfo consecutivo en la clasificación de la montaña. "El primero ya lo he conseguido", dijo justo cuando se alcanza el ecuador de la carrera.

Sobre volver a ser el mejor escalador por cuarto año consecutivo, algo que ni el plusmarquista de la Vuelta, el español José Luis Laguía con cinco títulos, fue capaz de lograr en los años 80 del siglo XX, su análisis es menos optimista pero no por ello inalcanzable.

Sabe que queda mucha montaña, la más difícil y en la que los favoritos al triunfo final, como 'Purito' Rodríguez o Dani Moreno, deben estar arriba y no será fácil puntuar. También cree que el actual portador del jersey blanco de puntos azules, el italiano Matteo Montagutti (Ag2R) será complicado de superar y no se lo va a poner fácil.

El fútbol nunca se sabrá si perdió a un buen futbolista cuando renunció a él a los dieciséis años. Pero el ciclismo ganó un gran ciclista que dio sus primeros pasos con la bicicleta tan solo para disfrutar con ella los fines de semana. La Vuelta lo conoció en su edad madura y el idilio que comenzaron hace que la anunciada en distintas ocasiones final de su carrera siga sin dejarse entrever en el horizonte.

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