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Las administraciones ‘se cepillan’ tres cuartas partes de sus ahorros

Desde el arranque de la crisis, 5.619 millones ‘se esfuman’ de la banca de Sevilla, casi la quinta parte de los depósitos. El poco crédito que fluye lo absorben las instituciones y en cinco años, cerrada la cuarta parte de las oficinas

el 25 ago 2013 / 23:45 h.

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Manu R.R. (Atese) Manu R.R. (Atese) La energía no se destruye, se transforma. Lo mismo ocurre con el dinero, que no se pierde, sino que cambia de manos. Frente a la caída en picado del dinero que las administraciones públicas tienen confiado a la banca para sus pagos inmediatos, los ahorros de las familias logran aguantar el tirón, y ello pese al aumento del desempleo. Euros haberlos los hay, pero no se gastan pues existe miedo a hacerlo. La lógica dictaría que, con esta larga crisis económica y laboral, los depósitos de los hogares sevillanos en las entidades financieras tendrían que haberse desplomado. Pues no. Las estadísticas del Banco de España cifran el volumen para familias e instituciones sin ánimo de lucro en 23.690 millones de euros a 31 de marzo pasado, mientras que a diciembre de 2007 –en el último trimestre de este año sobrevino la tormenta internacional– eran 24.103 millones. El descenso, 413 millones, el 1,71 por ciento. Y la respuesta al dónde están: en la propia banca en pago de créditos, en otras provincias, en otros países e incluso bajo el socorrido colchón. Cosa muy distinta es lo que ocurre con la evolución de las administraciones. Sus depósitos de partida eran 6.847 millones, y los actuales quedan rebajados a 1.642 millones. La merma, casi tres cuartas partes. Y las razones: el descenso de ingresos públicos y la necesidad de hacer frente al abultado endeudamiento financiero. Si unimos los depósitos de unas, las familias, y otras, las administraciones, el importe total ascendía a marzo pasado a 25.331 millones de euros, frente a los 30.950 millones de diciembre de 2008. En un lustro, pues, se han esfumado de las entidades financieras existentes en la provincia de Sevilla 5.619 millones, equivalentes a casi una quinta parte (18,15 por ciento). En boletines estadísticos anteriores, el Banco de España permitía calcular qué tipo de entidades (bancos, cajas de ahorros y cooperativas de créditos o rurales) sufrían el mayor retroceso en depósitos –la tradición hablaba de que los sevillanos preferían ahorrar en las cajas y pedir créditos a los bancos–. Sin embargo, tras la reestructuración de las finanzas nacionales y la masiva conversión de cajas en bancos, no ofrece tales datos, impidiendo conocer la sangría padecida por las antiguas cajas y el impacto de sus fusiones, absorciones o nacionalizaciones. A lo largo del quinquenio, cambia el hábito de las familias sevillanas al confiar su dinero a la banca, al aumentar la preferencia por los depósitos de larga duración con el objetivo de obtener mayores intereses que los ofrecidos por las típicas cartillas de ahorro. La vertiente negativa de esta tendencia está en que estos fondos no se mueven, no se gastan, no se destinan ni a consumo ni a inversión, sino que son guiados por el terror a que empeore la coyuntura económica y laboral, a quedarse sin puesto de trabajo. En concreto, de los 25.331 millones que correspondían a los hogares y las entidades sin ánimo de lucro, 11.375 estaban a plazo, 6.239, en cuentas de ahorro, y 6.076, a la vista –estas últimas son las menos remuneradas–. Vayamos a los créditos. A 31 de marzo pasado, los particulares sumaban 48.520 millones en préstamos, el 15,2 por ciento menos que desde el inicio de la crisis. Y juegan aquí varias explicaciones para este retroceso. La primera atañe al consabido cierre del grifo por parte de las entidades financieras, en especial para hipotecas y para proyectos empresariales. La segunda lógicamente guarda relación con la menguada capacidad para gastar e invertir. Y la última apunta a que la banca ha asumido como pérdida la cartera crediticia afectada por impagos. Frente a semejante caída, las administraciones públicas acapararon el poco goteo del grifo financiero. Si hace un quinquenio tenían 2.074 millones en créditos en la provincia de Sevilla, ahora son 6.458 millones. Léase, el 211,37 por ciento más. El triple. Y una última comparación. Por cada euro que los hogares tienen guardado en los bancos, deben 2,2 en préstamos. Al cierre de 2007, la proporción era 2,37. Nada que ver con las administraciones públicas: por cada euro depositado adeudan 3,93, cuando hace cinco años era al revés: los bancos se peleaban por su dinero. De las estadísticas del Banco de España también aflora el impacto de la reestructuración financiera en la red comercial (sucursales) de las entidades. Frente a las 1.494 oficinas que había a 31 de diciembre de 2007, en marzo pasado quedaban 1.196. Son 298 menos, que equivalen a la cuarta parte (24,91 por ciento).

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