"Éxito total". "Masivo seguimiento". "Superior al 29M". Son algunos de los calificativos que los sindicatos otorgaron a la jornada de huelga general convocada ayer contra los recortes y la política económica del Gobierno de Rajoy. Los representantes de UGT y CCOO se mostraron satisfechos con la respuesta ciudadana. El seguimiento medio fue del 76,7%, es decir, un total de 9,1 millones de los 11,9 millones de trabajadores que estaban llamados al paro. La patronal, por su parte, rebajó la cifra, situándola en un 12%, según datos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Masivas resultaron las manifestaciones de Madrid y Barcelona, con miles de personas tomando Atocha y otras tantas las calles de la ciudad condal. Los índices de consumo de energía, un buen indicador del seguimiento de la huelga, reflejaron, sin embargo, un apoyo menor que el pasado 29-M, e incluso ligeramente menor que el 29-S de 2010. Pero lo cierto es que la gran industria paró masivamente.
Por sectores, los sindicatos destacaron que la huelga tuvo "un efecto poderoso" en la siderurgia, la química, el automóvil y la construcción. En el transporte, el seguimiento también fue mayoritario, con más de 240 vuelos cancelados. En este sentido, los dirigentes sindicales señalaron que esta "gran movilización social no es el fin de ninguna etapa", por lo añadieron que "el éxito es un acicate para más movilizaciones". "La política del Gobierno nos llevará al precipicio si no cambia", alertó el representante de UGT, Cándido Méndez. "Hay alternativas, y éstas vendrán de la presión ciudadana, como ya ha ocurrido con el problema de los desahucios", prosiguió el portavoz de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
Pese a todo, el ministro de Economía salió por la mañana para en calidad de portavoz del Gobierno -pues Rajoy se remitió a él en dos ocasiones al ser preguntado- para defender las políticas de recortes, subrayando que "el Gobierno está convencido de que el camino iniciado es la única alternativa posible para garantizar el estado del bienestar".
La respuesta a estas declaraciones no se hizo esperar. Méndez señaló que el éxito de la huelga lo demuestran dos hechos: que Rosell saliera por la mañana para decir "por partida doble o triple" que la huelga no tenía incidencia, y la comparecencia de De Guindos, cuando en la huelga de marzo fue la ministra de Empleo por la tarde. "No me parece de recibo que el ministro de Economía vincule la incertidumbre económica con la huelga general, porque la huelga general es un mensaje de certidumbre absoluto. Es un hecho cierto que la inmensa mayoría de la población española está en contra de estas políticas", aseveró Méndez.
En este sentido, los líderes sindicales exigieron a Rajoy que "se independice" de las directrices de Berlín y de Ángela Merkel, "escuche la voz del pueblo y evite la escalada del conflicto social mediante la convocatoria de un referéndum" para corregir los Presupuestos Generales. Toxo apuntó que, si por el contrario continúa en la dinámica actual y solicita un rescate condicionado a nuevos recortes, "no sólo no va a crecer el desánimo", sino también "la indignación de la ciudadanía".
La jornada de huelga se saldó con 123 detenidos y más de 40 heridos, entre ellos un menor en Tarragona y 18 agentes de policías durante enfrentamientos con los piquetes. Según informó la directora general de Política Interior, Cristina Díaz, no hubo problemas de orden público "graves", salvo las cargas policiales registradas sobre la dos de la tarde en el entorno de la Gran Vía y la plaza de Cibeles contra varios centenares de indignados. La refriega concluyó con dos detenidos y 15 heridos de carácter leve, nueve manifestantes y seis agentes.
A última hora de la noche, la multitudinaria marcha de Madrid derivaba con un nuevo episodio de violencia. Según informaba El País en su página web, en las inmediaciones del Congreso de los Diputados se produjeron "choques" entre manifestantes y agentes del Cuerpo de Seguridad, que trataron de evitar "una vigilia-protesta" como colofón de esta jornada de protesta.
