No es nada nuevo que, además de con las familias, la crisis se ceba con la Administración. Elena Salgado anunció ayer un déficit conjunto de las autonomías de 6.000 millones en las cuentas de 2008 con el Gobierno debido a la caída de ingresos. Auguró, eso sí, que el nuevo modelo de financiación aliviará la coyuntura.
La vicepresidenta económica añadió que las comunidades tendrán cuatro años de moratoria para saldar la deuda. Cada año el Gobierno da a las autonomías un anticipo de lo que les corresponde, en función de las estimaciones de ingresos. Mientras los impuestos han crecido a buen ritmo, el Ejecutivo se quedaba corto en esa cifra y después liquidaba con cada autonomía por los ingresos adicionales. Pero en los últimos tiempos la recesión ha limitado la recaudación de impuestos.
Sobre el nuevo modelo de financiación, Salgado dio, además, otra cifra: 11.700 millones será el montante que percibirán las comunidades para su puesta en marcha. La vicepresidenta descartó dar las cifras absolutas del mismo, ya que dependen de la evolución de la economía, aunque estimó que los datos ofrecidos por algunos presidentes autonómicos se parecen a las estimaciones del Gobierno.
La ministra aseguró que el modelo "cumple escrupulosamente" el Estatuto de Cataluña, es mejor que el anterior y reduce las diferencias en la financiación per cápita hasta en un 25%.
Salgado anunció que la reforma legal para poner en marcha el nuevo sistema se tramitará en el Congreso "en las próximas semanas", una vez que lo apruebe el Consejo de Ministros.
Culminado el trámite parlamentario, se convocarán las comisiones mixtas correspondientes para que se pueda aplicar la nueva financiación en los territorios. El nuevo sistema prevé la cesión de la recaudación del 50% del IRPF y del IVA, así como del 58% de los impuestos especiales. Incorpora también tres fondos: el de Suficiencia global, que tiene como objeto garantizar la financiación de las competencias; el de Competitividad, para reforzar la equidad, y el de Cooperación para facilitar la convergencia interregional.
Durante la sesión de ayer, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, avisó de que en el futuro será necesario "reparar" el sistema, que nació "viciado" y es "inoportuno y partidista", porque se diseñó "para facilitar la continuidad del tripartito en Cataluña".
El portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, no estuvo muy de acuerdo con él al sostener que el nuevo modelo "maltrata descaradamente" a Cataluña y lesiona "gravemente" la calidad de los servicios básicos que se prestan.
la defensa. Les contestó el portavoz del PSOE, Francisco Fernández Marugán, quien defendió la bondad del nuevo sistema porque los ciudadanos son los grandes beneficiarios del mismo y porque aumenta la capacidad de autonomía financiera de las comunidades.
Por el PNV, su diputado Pedro Azpiazu sugirió que se convoque la comisión mixta que vigila el sistema de cupo del País Vasco para evaluar las implicaciones que el nuevo sistema de financiación autonómica pueda tener en Euskadi.
