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Las edades del Parlamento

Una exposición que abre el miércoles recorre en imágenes los más de cuatro siglos de las Cinco Llagas.

el 05 mar 2011 / 18:35 h.

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Foto: Paco Cazalla
El que más y el que menos conoce la leyenda de que la imagen de la Macarena la cambiaron en el hospital de las Cinco Llagas por un reloj que, dicen, después colocaron en la fachada de la iglesia de lo que hoy es el Parlamento. Pues bien, ¿sabía que aquel reloj existió de verdad y que, aunque nunca más se supo de él, incluso hay una fotografía que lo atestigua? Si quiere comprobarlo personalmente ahora es el momento, porque el próximo miércoles día 9 se inaugura una exposición en la propia sede parlamentaria con 65 imágenes, entre grabados, pinturas y fotografías, que documentan la historia gráfica de un edificio que durante más de cuatro siglos fue hospital y que ya va camino de los 20 años como sede del Parlamento.


En la muestra (Antiguo hospital. Cuatro siglos en imágenes del edificio de las Cinco Llagas) se puede ver la fotografía del famoso reloj pero, ya puestos con temas cofrades, también la de la Virgen de los Desamparados de la hermandad de San Esteban en el altar de la iglesia, porque fue aquí donde se depositó la talla cuando la adquirió la hermandad (San Esteban se encontraba en obras) y de hecho fue en las Cinco Llagas donde el cardenal Ilundain bendijo en 1927 la imagen, a la que por cierto le cambió el nombre que quería la corporación (Nuestra Señora de la Asunción) para ponerle el que ahora lleva en recuerdo de los acogidos en el hospital. La Macarena también tiene su sitio con fotografías del Viernes Santo de 1937, cuando entró en el edificio para quedarse dos días.

El apartado cofrade no deja de ser un detalle en una exposición que arranca con grabados y mapas de Sevilla en los que se refleja la mole del edificio en el siglo XVI. "En cuanto se construye empieza a reproducirse", explica Juan Carlos Sánchez de Lamadrid, comisario de una muestra que organiza la Presidencia del Parlamento. ¿Y por qué tuvo tanto éxito como modelo desde el principio? Pues por sus dimensiones, colosales no sólo para la Sevilla de la época sino para el resto de España, no en vano con sus 173 metros de fachada fue durante muchísimos años el mayor edificio civil del país.

En su paseo, el visitante se encontrará con la primera fotografía que se le hizo al inmueble (obra de Joseph Vigier en 1850 o 1851, sólo una década después de que se inventara el daguerrotipo) y hasta con un intento en 3D de 1905, y verá cómo ha crecido el barrio a su alrededor y cómo cambian paisaje y paisanaje, pasando del burrillo y el caballo con los que se circula por lo que hoy es la calle Doctor Fedriani a los orgullosos padres que salen del hospital con su retoño y con el Seiscientos al lado.

Aunque el hospital estuvo abierto hasta 1972, lo curioso es que ha costado su trabajo encontrar fotografías que ilustren los siglos XIX y XX, y muchas de las imágenes conseguidas no están datadas con precisión. En los archivos institucionales no había mucho material (sólo algo en la colección de Serrano de la Fototeca municipal y un reportaje gráfico que hizo la Diputación, entonces responsable del recinto, para lucirlo en la Exposición Universal de 1929), con lo que se le acabó preguntando si tenían algo a médicos y enfermeras que trabajaron en el hospital.

"La documentación gráfica ha sido muy difícil de encontrar", admite De Lamadrid. Al final se consiguieron permisos para reproducir originales de colecciones particulares como la del Duque de Segorbe y se accedió a curiosas imágenes gracias a las fotografías personales de Rafael Castro del Olmo, el hijo del último administrador, o a Antonio y Domingo, los hijos del fogonero que mantenía las calderas del recinto. Los tres nacieron y vivieron años en el hospital. Por cierto, que rebuscando entre los recuerdos de trabajadores ha aflorado otra curiosidad, una filmación sin sonido que recoge la primera operación a corazón abierto que se realizó en Sevilla.

Picando de aquí y de allá, al final se han reunido 65 piezas, algunas conocidas (como el famoso cuadro del Pozo Santo en que se ilustra el entierro en los jardines de fallecidos por la peste de 1649) pero muchas otras inéditas. Todo este material, reproducido en tres tamaños diferentes, se ha distribuido en tres partes: una historia cronológica de las Cinco Llagas, el álbum de la Diputación y una serie que ilustra los cambios entre el ayer y el hoy. Así se descubre cómo lo que era traumatología es hoy la biblioteca o el cambio de unidad de rayos X a Salón de Protocolos.

La exposición podrá visitarse hasta el 4 de abril (cerrará los días 18, 17, 30 y 31 de marzo por las sesiones plenarias) y después podrá verse en la Casa de la Provincia. ¿El motivo de la muestra? Pues que hace 465 años que se iniciaron las obras del edificio, pero cualquier excusa es buena para descubrir un trozo de la historia de la ciudad que muchos ciudadanos vivieron en primera persona cuando aquello era un hospital.

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